Por quinto día consecutivo, Wall Street terminó con descensos. Desde el 29 de diciembre, el mercado no ha hecho más que retroceder. Ese día el S&P’s 500 cerró en un récord histórico de 2,090.57 pts. Hoy apenas salvó los 2,000 pts. Cerró en los 2,002.61 pts. Por tanto, en estos cinco días acumula una caída de 4.2%. En la apertura trataron de rebotar luego de que ayer sufriera su peor caída desde octubre, pero terminó siendo un esfuerzo en balde. Otra jornada horrible para el petróleo, que se sigue desfondando, terminó por hacer desbarrancar un día más a las bolsas globales. Europa cerró con caídas marcadas, sobre todo la bolsa de Madrid, y Wall Street también terminó con retrocesos si bien logró moderarlos una vez cerró el mercado europeo.
El S&P 500, que se llegó a hundir un 1.4%, terminó con un retroceso de 0.89%, para acabar en los 2,002.61 pts. Ha sido el peor inicio para el S&P’s 500 desde el 2008. No es eso un buen presagio. Si ayer cerró por debajo de su promedio móvil por los últimos 50 días, el de hoy fue para los últimos 100 días.
Peor le fue al Nasdaq, que perdió un 1.29% para concluir en los 4,592.74 pts. El Dow Jones, que el 26 de diciembre terminó por encima de los 18,000 pts, en un récord de 18,053.71 pts, acabó hoy con una caída de 0.74% para cerrar en los 17,371.64 pts. Desde su máximo, el Dow ha bajado un 3.8%.
Una racha de cinco días seguidos consecutivos de caídas en Wall Street no se había visto en todo el 2014. Nos tendríamos que remontar al 2013 para observar algo así. Los descensos estuvieron sobre todo propiciados por el sector energético y las empresas de pequeña capitalización. También salió mal librado el sector financiero, que fue el peor de la jornada.
En el caso del petróleo, el barril del WTI se dejó un 4.2% para terminar por debajo de los 48 dólares, en en los 47.93 dólares en tanto el Brent descendió un 3.8% para acabar en los 51.10 dólares. En consecuencia, el sector de energía retrocedió un 1.3%. Southwestern Energy se hundió un 5.0%. ConocoPhillips (NYSE:COP) un 4.1%, Cheasapeake Energy un 2.7% y Schlumberger un 2.0%. Las del Dow Jones salieron bien libradas: Exxon Mobil (NYSE:XOM) apenas cedió un 0.5% en tanto Chevron se depreció un 0.1%.
Sin embargo, el sector financiero fue aún peor: bajó un 1.5% y la peor acción del Dow Jones fue JP Morgan, que se dejó un 2.6%. Ayer una nota dijo que las partes del banco valen más que su todo. También en el Dow Jones, American Express perdió un 2.1% y Goldman Sachs un 2.0%. Además, Citigroup cayó un 3.5%, Morgan Stanley (NYSE:MS) un 2.9%, y Bank of America otro 3.0%.
También cayeron con contundencia el sector de tecnología (-1.2%) y el industrial (-1.2%). De los 10 sectores del S&P’s 500, se salvaron los más defensivos: el de telecomunicaciones (+0.4%) y servicios públicos (+0.1%). El de consumo básico quedó en tablas y salud cedió un 0.3%. Entre las empresas de pequeña capitalización, el Russell 2000 se deprimió un 1.7%, aunque en la jornada llegó a perder un 2.4%.
Los datos económicos tampoco ayudaron. Tanto el ISM no manufacturero como el los pedidos de fábrica resultaron peor de lo previsto. El ISM no manufacturero de diciembre se situó en su nivel más bajo desde el mes de junio, en tanto los pedidos de fábrica se contrajeron un 0.7% en noviembre.
En las noticias corporativas, la compañía de accesorios de lujo Michael Kors se desplomó un 8.4R% luego de que Credit Suisse recortara su recomendación sobre la acción. Una de las empresas que avanzó fue AOL luego de que se supiera el interés de Verizon por ella.
Para mañana, se publica el pronóstico para la nómina privada de ADP para diciembre, un dato esencial antes de la nómina no agrícola que se publica el viernes. Para el ADP, el consenso prevé una creación neta de empleo de 225,000 tras una cifra de 208,000 en noviembre. También se publicará la balanza comercial de noviembre y las minutas de la última reunión de la Fed. Sin embargo, el dato clave de la semana será el reporte de empleo del viernes. La nómina no agrícola podría incrementarse en 240,000 y la tasa de desempleo podría descender una décima a 5.7%.
Sin embargo, el dato más importante de mañana estará en Europa. Se publica la inflación para la eurozona, y se espera que la tasa general anual sea de -0.1% en diciembre tras un incremento de +0.3% en noviembre. De ser así, acentuaría los riesgos de deflación en la eurozona y daría más argumentos al Banco Central Europeo para que en la reunión del 22 de enero anuncie un programa de compra de bonos que incluya la deuda soberana, un QE3 en toda regla.