Parece que las estrellas finalmente se han alineado para que Judy Shelton, conocida por su defensa del regreso al patrón oro, se una a la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, después de que el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, aprobara la votación procesal que allana el camino para su confirmación esta misma semana.
La exasesora económica de Donald Trump ha estado esperando el beneplácito del Senado desde que la presidenta anunciara por primera vez su nominación en julio de 2019.
El Comité Bancario del Senado aprobó la nominación el pasado mes de julio en una votación estrictamente partidista, y McConnell tuvo que esperar hasta que la senadora de Alaska, Lisa Murkowski, le dio suficientes votos republicanos para confirmar a Shelton. Otros dos republicanos —Mitt Romney, de Utah y Susan Collins, de Maine— dijeron que no la votarían.
Un miembro con permanente derecho a voto podría desafiar el consenso del grupo
McConnell está aprovechando que todavía tiene una mayoría de 53-47 en el Senado cesante para llevarla a la junta de la Fed, donde será miembro con permanente derecho a voto en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) que determina la política monetaria.
Shelton podría ser votante permanente, aunque solo uno de los 12 miembros con derecho a voto cada vez. La Casa Blanca ha dicho a su favor que Shelton desafiará algunos de los postulados de un grupo impulsado por el consenso, lo que implica que es algo bueno.
Ella ocupará un puesto de la junta hasta enero de 2024. Christopher Waller, economista de la Fed de St. Louis que fue nominado al mismo tiempo que Shelton, es mucho menos controvertido y no fue parte de la votación procesal para la confirmación de la semana que viene. Puede que tenga que contener su impaciencia un poco más.
Llenar las vacantes de la Junta de la Reserva Federal obviamente no tiene la misma urgencia que confirmar a los jueces del Tribunal Supremo. La junta, que tiene siete escaños, lleva operando con sólo cinco miembros desde 2018, y se redujo brevemente a tres antes de que Trump encontrara candidatos aceptables para dos puestos vacantes.
Recuperarse hacia una economía diferente
Los miembros del FOMC tuvieron mucho que decir la semana pasada tras cumplir su período de silencio la semana anterior a la reunión del 4-5 de noviembre. El presidente de la Fed, Jerome Powell, presentó unas aciagas previsiones en cuanto a las perturbaciones que se avecinan y advirtió que el mundo tal como lo conocemos podría no regresar.
"Nos estamos recuperando, pero hacia una economía diferente", dijo en una reunión virtual del Foro del Banco Central Europeo sobre La Banca Central. Las medidas de confinamiento por la pandemia tendrán un efecto duradero en la actividad económica, y algunos trabajadores —en particular los empleados de restaurantes y otros trabajos de cara al público— soportarán la mayor parte de este cambio.
La predicción de Powell amortiguó tremendamente la euforia por la vacuna. Reiteró su convencimiento de que el Congreso tiene que hacer más e insinuó que la Fed también tendrá que añadir algún estímulo.
El presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, también contribuyó a atemperar el revuelo en torno al éxito de los ensayos clínicos de la vacuna experimental de Pfizer (NYSE:PFE) y la alemana Biontech.
"Va a ser bastante difícil distribuirla a la población y sigue abierta la pregunta de cuántas personas se vacunarán voluntariamente", dijo Rosengren para la CNBC-TV. Cree que habrá un robusto crecimiento en la segunda mitad del año que viene, pero ha pronosticado que los próximos seis meses serán "bastante movidos".
James Bullard, presidente de la Fed de San Luis, ofreció una nota más optimista el viernes. En sus declaraciones a los periodistas, dijo que la política monetaria está en buenas condiciones en este momento y que ni siquiera está seguro de que haga falta más estímulo fiscal, alegando que la primera ronda de ayudas gubernamentales fue tan enorme que todavía sigue respaldando la economía.
En sus observaciones preparadas ante el Club Económico de Memphis, llegó a decir:
"Las políticas monetarias y fiscales de Estados Unidos han sido excepcionalmente eficaces y han sido diseñadas para una crisis mayor que la que ha ocurrido".
Bullard dijo que, si se recontrata a todos los que tienen despidos temporales, el desempleo podría descender hasta situarse en menos de un 5% frente al 6,9% de octubre. Sin embargo, añade que los riesgos a la baja siguen siendo "sustanciales", y que mucho depende del cumplimiento de las precauciones sanitarias.
Otros responsables de la política monetaria sugirieron que hará falta más ayuda gubernamental, pero de una manera más específica que la del bombardeo de los 2,5 billones de dólares de ayuda pandémica de marzo y abril.
Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco, dijo en una entrevista de Reuters que el seguro de desempleo tendrá que ampliarse, así como los medios de financiación directa como el programa de cheques de ayuda. El presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan, se unió a su apoyo a este programa, pero también compartió las preocupaciones de Rosengren sobre que los próximos seis meses serán "muy complicados".
En otra entrevista para la CNBC, Mary Daly, presidente de la Fed de San Francisco, dijo que los encargados de la política monetaria tuvieron un "acalorado debate" sobre las compras de activos en su reunión de principios de noviembre. Y dice:
"Tenemos compras de activos en marcha y estamos discutiendo qué más podríamos hacer si se hace falta más y qué debemos hacer para comunicar un plan para la compra de activos de cara al futuro".
Mientras tanto, el Informe de Estabilidad Financiera de la Fed abarcó por primera vez los riesgos del cambio climático. Al identificar un catálogo de riesgos potenciales, el informe concluyó:
"Los supervisores de la Reserva Federal esperan que los bancos dispongan de sistemas que identifiquen, midan, controlen y supervisen adecuadamente todos sus riesgos materiales, que para muchos bancos probablemente abarcarán los riesgos climáticos".
En sus declaraciones sobre la publicación del informe de estabilidad, el gobernador de la Fed, Lael Brainard, recibe con satisfacción la inclusión del riesgo climático. "La falta de claridad sobre las verdaderas exposiciones a riesgos climáticos específicos de los activos reales y financieros, junto con diferentes evaluaciones sobre el tamaño y el momento de estos riesgos, puede provocar vulnerabilidades en los abruptos eventos de repreciación", explica.