Este lunes, Citi anunció la “separación exitosa” de su negocio de banca institucional en México (banca de consumo y empresarial), en un proceso que inició en 2021 y con el cual -dice- marca un paso significativo en la ejecución de su plan estratégico de simplificación.
“Con esta separación, efectiva a partir del 1 de diciembre, Citi ahora operará dos grupos financieros independientes en México: Grupo Financiero Citi México y Grupo Financiero Banamex (…) esta separación representa un hito importante en nuestra simplificación y nos acerca a nuestra visión a largo plazo de un banco más conectado centrado en nuestras principales fortalezas”, dijo Jane Fraser, CEO de Citi.
De acuerdo con el comunicado oficial, en el grupo están “orgullosos” de ejecutar este plan de forma cuidada y transparente y señaló que su compromiso con los clientes en México “es más fuerte que nunca”, y que continuarán conectando a México y el mundo a través de sus plataformas líderes en el mercado para inversionistas y clientes corporativos.
Al respecto, Ernesto Torres Cantú, director de Citi International, afirmó que México es uno de sus mercados institucionales más importantes y seguirá la presencia a través de sus cuatro líneas de negocio (Banking, Markets, Services y Citi Private Bank), ofreciendo un portafolio de productos y servicios financieros a instituciones financieras, gobiernos, inversionistas, multinacionales y empresas que buscan internacionalizarse, declaró la institución.
Pero, más allá de la “separación exitosa” que refiere Citi, lo cierto es que la venta de Banamex fue un fracaso estratégico para Citigroup y mucho de ello se debió a implicaciones políticas.
La marca Banamex por parte de Citi se ejecutó a pesar de ser ubicado entre el tercer y cuarto lugar de clientes, por el gran acervo cultural que tiene en Fondo Cultural Banamex, que abarca desde diferentes obras hasta el mismo Palacio de Iturbide.
Hace seis años, la operación de compraventa de Banamex, se vio interrumpida por la intromisión del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y a la incertidumbre fiscal generada. La amenaza de cobrar impuestos en la transacción fue sido considerada un factor determinante en la decisión de Citigroup de desistir de la operación durante el presente sexenio.
En mayo de 2023, López Obrador señaló en su conferencia matutina que el gobierno de México estaría interesado en participar en la compra de Banamex en caso de que Germán Larrea, dueño de Grupo México (BMV:GMEXICOB), se retirara de la operación.
El mandatario propuso una Asociación Público-Privada (APP) con la participación del gobierno, y mencionó que la carga de impuestos podría reducirse a través de un pago importante del 28.5% del valor total de la operación. Sin embargo, al parecer estas declaraciones provocaron una reacción negativa por parte de los ejecutivos de Citi, quienes finalmente decidieron abandonar la operación.
De acuerdo con varios analistas financieros, la afirmación de AMLO sobre el pago de impuestos asustó a los ejecutivos del banco, ya que consideraban que esta responsabilidad recaería en la entidad financiera y no en Germán Larrea, ya que la operación se realiza en Estados Unidos o se contabiliza allí. Además, esta venta representaría un fracaso para Citigroup, ya que después de casi 16 meses de anunciar su intención de deshacerse de una parte importante de la institución financiera en México, el proceso finalmente colapsó.
Y es que, desde el anuncio inicial de la venta de Banamex por parte de Citi, el gobierno de López Obrador impuso condiciones que limitaron las opciones de los postores. Estas condiciones incluían restricciones por motivos políticos y la exigencia de "mexicanidad" en los potenciales compradores. Y estas condiciones desanimaron a los bancos más grandes y llevaron a que Germán Larrea fuera el único postor interesado, aunque también recibió críticas y presiones políticas desde el gobierno.
En ese tiempo se reveló que el convenio para la compra de Banamex por parte de Grupo México estaba prácticamente cerrado y alcanzaría un monto estimado de entre 7,000 y 7,200 millones de dólares por más del 80% de las acciones, sin embargo, la presión del gobierno, incluyendo la reforma a la Ley Minera que afectaba los otros negocios de Larrea y la toma de las vías ferroviarias en Veracruz, llevó al colapso de la operación.
El banco había señalado en un comunicado lanzado en mayo de 2023 que, en caso de no lograr una venta directa, recurriría al mercado público de valores.
Desde el punto de vista de la concentración de poder económico, no representaría un riesgo adicional, pero la apertura al mercado de valores podría permitir una mayor participación de otros inversionistas, lo que podría considerarse positivo.
La venta de Banamex marcó un importante hito en la industria bancaria mexicana y ha dejado un sabor agridulce tanto para Citigroup como para el gobierno mexicano. Mientras el Grupo Financiero Citibanamex buscó mejores condiciones en el mercado público de valores, el Banco del Bienestar continúa su apuesta por ampliar su presencia en el sector bancario nacional.
La incertidumbre persiste en torno a la venta de Banamex y las consecuencias de la intervención gubernamental y la presión política sobre la transacción. Estos eventos destacan la importancia de un entorno estable y confiable para el desarrollo de operaciones financieras y el clima de inversión en el país.
Seis años después, Grupo Financiero Banamex incluirá Banco Nacional de México, que ofrece banca minorista, incluyendo servicios de banca patrimonial y privada, crédito al consumo, préstamos hipotecarios, depósitos, servicios de nómina, pagos y un conjunto completo de productos de banca empresarial, así como Tarjetas Banamex, Afore Banamex, Seguros Banamex y Pensiones Banamex, que ofrecen tarjetas de crédito, administración de activos para el retiro, seguros y pensiones, respectivamente.
En tanto, con su banca en línea y aplicaciones móviles y una red de aproximadamente 1,300 sucursales y más de 9,100 cajeros automáticos en todo el país, continuará ofreciendo sus servicios financieros a casi 20 millones de clientes, con 140 años en el país, detalló Citi.
Los más de 39,000 empleados que actualmente apoyan estos negocios, así como la colección de arte y edificios históricos de Banamex, y las fundaciones social y cultural (Fomentos), continuarán formando parte del Grupo Financiero Banamex.
También anunciado en febrero, Ignacio Deschamps se desempeñará como Presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banamex y Banco Nacional de México.
Ernesto Torres Cantú seguirá siendo miembro del Consejo tanto del grupo financiero como del banco. Manuel Romo se desempeñará como Director General de Grupo Financiero Banamex y Banco Nacional de México.