Invertir en acciones, cuando se hace bien, puede proporcionar una rentabilidad sin precedentes. Pero a menos que un inversor tenga una empresa específica en la que centrarse, hay otra cuestión que se debe preguntar antes de tomar ninguna decisión específica. ¿Es mejor invertir en acciones de pequeña o gran capitalización?
Las acciones de gran capitalización, como su nombre indica, son empresas cuyas acciones tienen una capitalización de mercado muy elevada, lo que significa una valoración por encima de 10.000 millones de dólares. Las acciones de pequeña capitalización son exactamente lo contrario: compañías con una capitalización de mercado más baja, a menudo valoradas en 2.000 millones de dólares como máximo.
Ambos tipos de acciones tienen sus propios índices de referencia. Las acciones de gran capitalización están incluidas en el S&P 500, mientras que el índice preferido de las de pequeña capitalización es el Russell 2000. La capitalización de mercado promedio de las empresas que cotizan en el S&P 500 es de 22.000 millones de dólares, mientras que las empresas que cotizan en el Russell 2000 tienen una capitalización de mercado media de 800 millones de dólares.
Apple (NASDAQ:AAPL), Microsoft (NASDAQ:MSFT) y Amazon (NASDAQ:AMZN), todas en la lista del S&P, tienen una valoración de 1 billón de dólares cada una, atrayendo la atención de inversores y medios de comunicación. Por el contrario, es muy posible que nunca haya oído hablar de The Trade Desk (NASDAQ:TTD), Cree Inc (NASDAQ:CREE) y Coupa Software (NASDAQ:COUP), tres de los principales componentes del Russell 2000.
En la última década, la opinión generalizada es que las acciones de pequeña capitalización generalmente ofrecen mayor rentabilidad que las de gran capitalización. ¿Pero es así realmente? Aquí tenemos lo que hemos averiguado estudiando los siguientes datos, que muestran el beneficio total anual (incluidos dividendos) del S&P 500 y el Russell 2000.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que, basándonos en resultados en los últimos 40 años —el periodo disponible de datos de Russell 2000—, el índice de pequeña capitalización superó 22 veces el S&P 500; el S&P superó al Russell 18 veces. Por lo tanto, en general, parece bastante equilibrado.
Segundo: el buen rendimiento parece ser cíclico. Los datos indican que el Russell obtuvo en general los mejores resultados entre 1979-1983, 1991-1993 y 2000-2014, mientras que el S&P lo hizo entre 1984-1990, 1994-1999 y 2014-2018. Si desglosamos aún más estos períodos, observamos un patrón.
Los periodos de alto rendimiento del Russell 2000 coinciden con épocas económicamente difíciles en Estados Unidos:
- 1979-1983: Inflación de dos dígitos; además, durante 1980 y 1982, recesiones.
- 1991-1993: Recesión de 1990-1991
- 2000-2014: Burbuja tecnológica, crisis de las subprime
El S&P 500 ofreció el mejor rendimiento cuando la economía estadounidense era robusta:
- 1984-1990: Boom de los 80, que lleva a la recesión de 1990
- 1994-1999: Expansión económica de mediados de los 90, que lleva a la burbuja tecnológica
- 2014-2018: Expansión económica tras la recuperación de la crisis de 2008
Por supuesto, la correlación entre el rendimiento de estos índices no es absoluta. Hace algunos años, los resultados contradijeron esta teoría. Sin embargo, la correlación es lo suficientemente fuerte como para indicar que, cuando la economía está en expansión, debemos invertir en acciones de gran capitalización. Sin embargo, cuando las condiciones económicas son difíciles, mejor quedarnos con las de pequeña capitalización.
Y puesto que ya hemos desglosado las cifras, aquí está la respuesta a una probable cuestión secundaria: Si hubiera invertido 100 dólares en el Russell y el S&P en enero de 1979 ¿qué inversión le habría reportado más beneficios?
En enero de 2019, los últimos datos que contemplamos, habría obtenido un beneficio de 6.759 del Russell, y de 7.835 del S&P. Pero el flujo de beneficios también depende del tiempo. El Russell tomó la delantera desde el comienzo del período examinado hasta 1989. En 1989, el S&P recoge el relevo, hasta 2010.
La fuerte recuperación del Russell 2000 tras la burbuja tecnológica y la crisis de las subprime le ha permitido retomar el liderato en general en 2010, para después perderlo en 2014 cuando el S&P volvió con fuerza al primer puesto, donde permanece a día de hoy.