Durante la jornada el precio del oro se mantuvo cotizando lateralmente en 1,068.62 dólares por onza. Al cierre de la jornada registró una ligera depreciación de 0.07%, mientras que los participantes del mercado se mantienen a la espera de las perspectivas económicas del siguiente año. Se espera que durante el 2016 el precio del oro encuentre presiones a la baja, provocado por especulaciones sobre la velocidad con la cual se incrementará la tasa de fondos federales de la Reserva Federal, así como el fortalecimiento del dólar.
Por su parte, el cobre terminó la sesión mostrando una ganancia de 0.78%, cotizando en 4,727.25 dólares por tonelada, luego de que fundidoras chinas decidieran recortar las ventas del metal el siguiente año. Nueve refinerías en China acordaron reducir de manera conjunta las ventas de cobre durante el siguiente trimestre en 200,000 toneladas métricas. Sin embargo, se espera que los precios del activo sigan cotizando a la baja, gracias a la debilidad existente en la demanda de metales industriales en el país asiático. Las fundidoras chinas ya habían acordado recortar la oferta del cobre el siguiente año, mientras que las compañías mineras más grandes del mundo anunciaron un recorte en la producción. No obstante, el precio del metal sigue cotizando muy cerca de su nivel más bajo en seis años.
El precio de las principales mezclas de petróleo terminó la sesión mostrando ganancias, ante la expectativa de una caída en los inventarios de crudo en Estados Unidos por segunda semana consecutiva. Se espera que la Administración de Información Energética de a conocer durante la mañana del miércoles que durante la semana del 25 de diciembre los inventarios disminuyeron 2.5 millones de barriles. El WTI terminó la jornada mostrando un incremento de 2.88%, cotizando en 37.87 dólares por barril, mientras que el Brent aumentó 3.19% y se encuentra cotizando alrededor de 37.79 dólares por barril.
Sin embargo, se espera que la sobreoferta de los hidrocarburos sea persistente, al menos durante la primera mitad del 2016, luego de que el gobierno iraní incremente las exportaciones petroleras en al menos 500,000 barriles de crudo diarios. Ante esto, el gobierno de Arabia Saudita contempla la reducción de los subsidios en los energéticos ante una caída de más del 15% en los ingresos petroleros. Adicionalmente, en el presupuesto de ingresos para el 2016, el gobierno saudita planea la venta de algunas participaciones de empresas gubernamentales, así como incrementos en los precios de gasolinas nacionales, energéticos y agua, para contrarrestar los efectos de una caída en los precios del crudo.