El índice dólar DXY se disparó a máximos vistos por última vez en julio de 2020 y cerró la jornada con una fuerte ganancia de 1.3%, debido a que Powell confirmó ayer que el inicio del ciclo alcista de la tasa de los fondos federales empezará en marzo debido a que la inflación se encuentra muy por arriba del 2.0% y el mercado laboral está fuerte. Además, el PIB de EE.UU. creció 6.9% en el 4T-21, muy por arriba de lo proyectado, lo que elevó los temores de que la economía empiece a sobrecalentarse, lo que justifica un endurecimiento monetario más acelerado por parte de la Reserva Federal. Por su parte, el euro se depreció 0.8%, operando alrededor de $1.114 unidades en el mercado spot.
Por su parte, prácticamente todas las monedas emergentes terminaron el día con pérdidas, con excepción del rublo ruso y el real brasileño. El peso chileno se mantuvo estable luego de la sorpresiva subida de 150 pb de la tasa de interés de referencia por parte del banco central, que la elevó a 5.5% durante la noche, es decir, más de los 125 pb esperados por el mercado. Esto luego de que la inflación cerró 2021 en 7.2%.
Mientras que, el peso mexicano registró una pérdida de 0.3% respecto al cierre previo, que equivale a 5.6 centavos, cotizando en torno a las $20.79 unidades frente al dólar en el mercado interbancario. A lo largo del día, el tipo de cambio alcanzó un mínimo en $20.65 y un máximo en $20.81. A pesar de que el dólar se disparó al alza el día de hoy, los movimientos del peso se mantuvieron relativamente acotados en comparación con los de otras monedas emergentes. Esto se debió a 2 factores. En primer lugar, INEGI publicó que en diciembre se registró un superávit comercial, lo que implica que México exportó más de lo que importó al cierre del año. Y, en segundo lugar, aunque la recuperación económica de México se despegó de la de EE.UU., el fuerte crecimiento de esta última alimentó la expectativa de que la economía mexicana se verá beneficiada de la expansión estadounidense.