Resumen
El optimismo de las últimas semanas de mayo se prolongó en las primeras sesiones de junio. Los mercados financieros se aferran a la reapertura de las economías, los estímulos monetarios y fiscales y los avances científicos en la lucha contra el virus. A medida que la desescalada del confinamiento reabre las economías, de momento sin rebrotes de relevancia en el número de contagios de COVID-19, los inversionistas han puesto su atención en las perspectivas sobre la recuperación económica global. Esto se ha traducido en un incremento del apetito por activos de mayor riesgo. Localmente lo más destacable fue la situación del mercado laboral durante abril, que reportó un máximo histórico en el número de personas sin empleo.
Los inversionistas siguen apostando porque lo peor de la crisis ya ha pasado y que, a partir de ahora, y una vez consolidada la desescalada, las principales economías desarrolladas comenzarán la recuperación. Al menos eso es lo que demostraron la semana pasada, ya que la mejora de los indicadores macroeconómicos sirvió de impulso a los mercados financieros globales.
En particular, estas apuestas subieron con la publicación del PMI del sector servicios de China correspondiente al mes de mayo. El levantamiento de las restricciones permitió a este indicador regresar a terreno de expansión por primera vez desde enero y a niveles cercanos a los registrados previos a la pandemia. El gigante asiático se ha convertido en un espejo de lo que podría anticiparse pueda suceder en otras latitudes. En un primer momento, los países dirigieron la mirada a las medidas puestas en marcha por Pekín para controlar la pandemia y ahora los inversionistas miran con esperanzas la mejora de la economía ante el proceso de desescalada.
También contribuyó a este buen ánimo, las cifras de empleo del quinto mes del año en EUA. El sorprendente aumento de 2.5 millones de trabajos indica que el proceso de recontratación comenzó antes y de manera más fuerte de lo que sugerían las cifras de solicitudes de desempleo y las perspectivas de los analistas, sobre todo en los sectores más afectados.
En síntesis, las cifras publicadas parecen constatar cómo la apertura de las economías, que tantas esperanzas positivas generan en el mercado, está ayudando a la recuperación económica.
En general, la mayoría de los activos financieros se aferran a lo positivo y siguen obviando cuestiones negativas como las tensiones comerciales entre el gigante asiático y Washington, así como las manifestaciones civiles generalizadas en la Unión Americana.
Sobre este segundo tema, la realidad es que en determinado momento la anarquía en las calles podría amenazar a la recuperación; así el optimismo de los inversionistas respecto a la reapertura económica en EUA podría decaer.
Si los consumidores estadounidenses se muestran reacios a salir de sus casas por el Covid-19 debido al temor a una nueva oleada de contagios, es poco probable que se sientan más seguros con militares en las principales ciudades. Con ello, aunque por el momento han obviado la situación pero, si se complica, muy probablemente los mercados financieros terminarán por verse afectados, aunque de forma temporal.
En cuestión de mayores estímulos, el Banco Central Europeo, superó las expectativas al anunciar un incremento de su plan extraordinario de compras por la pandemia de 600 mil millones de euros, hasta un total de 1.35 billones de euros. el BCE ha anunciado además que este programa se extenderá al menos hasta junio de 2021, en lugar de hasta finales de este año como estaba previsto inicialmente, y que la deuda que vaya venciendo será reinvertida hasta finales de 2022. Esta acción busca ayudar en la recuperación económica de la Eurozona, muy afectada por la pandemia del COVID-19.
Asimismo, en Alemania, el gobierno que encabeza Angela Merkel aprobó un paquete de estímulos por valor de 130 mil millones de euros para apoyar a la economía del país a recuperarse de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus El monto aprobado, que abarca 2020 y 2021, superó las expectativas, ya que se especulaba con que se iba a destinar un total de 80 mme.
En Reino Unido, las negociaciones sobre el Brexit se reanudaron sin grandes avances. Esta ronda fue la última programada antes de la cumbre de la UE del 18 y 19 de junio y, de momento, Reino Unido sigue firme en su intención de no tocar plazos. El primer ministro Boris Johnson se reafirma en su idea de que no habrá extensión del periodo de negociaciones (tendría que solicitarlo a finales de junio), lo que llevará a que el periodo de transición finalice el 31 de diciembre, con o sin pacto. Lo que menos necesitan los mercados es que la Unión Europea (UE) y Reino Unido sean incapaces de llegar a un entendimiento.
Por su parte, el precio internacional del petróleo (WTI) mantuvo su tendencia alcista de las últimas semanas hacia $38 dólares por barril, en medio de caídas en los inventarios de crudo estadounidense y el anuncio de que la OPEP+ extenderá los actuales recortes a la producción del commoditie hasta por lo menos julio.
En México, de acuerdo al INEGI, en abril del 2020 12 millones de personas económicamente activas dejaron de trabajar temporalmente en abril debido a la crisis por el coronavirus, principalmente por encontrarse en un estado de suspensión laboral temporal ocasionado por la cuarentena. Se trata de una suspensión sin percepción de ingresos de por medio y sin certeza de si se mantiene el vínculo laboral o de retorno al trabajo. Hubo otras cifras publicadas en la semana que mostraron la profundidad de la caída en la actividad económica como resultado de las medidas implementadas para enfrentar el COVID-19. Destaca el hundimiento de la producción y exportación automotriz en mayo en poco más de 90%. Otra preocupación es que parece que el país está lejos de controlar la pandemia del COVID-19, lo que inminentemente implica que demorará más en que la economía se reabra y se recupere. Esto implicará que la afectación económica podría ser más profundo de lo estimado.
El peso mexicano mantuvo su tendencia de apreciación del último mes, rompiendo (hacia abajo) el psicológico de $22.0, en un contexto en el que continúa predominando el optimismo en el mercado cambiario ante la progresiva reactivación económica, una caída generalizada del dólar y el alza en el precio del petróleo.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Esta semana, las principales referencias para los mercados financieros globales serán la decisión de política monetaria de la FED y cualquier noticia relacionado al tema del COVID-19.
Adicionalmente, en EUA se publicará de mayo: inflación al consumidor, inventarios al mayoreo y precios al productor; de junio el sentimiento del consumidor medido por la Universidad de Michigan; así como el cambio en inventarios de petróleo.
En Europa, habrá revisión del PIB de la Eurozona y producción industrial de abril; de Alemania, también producción industrial de abril. En Asia, de china, inflación de mayo y de Japón, producción industrial de abril.
En México, conoceremos producción industrial de abril y la inflación de mayo..
Expectativa para el Tipo de cambio
En la semana, el mercado cambiario mexicano estará sujeto principalmente a: 1) reunión de política monetaria de la FED, que aunque no se es esperan ajustes a su política monetaria, la atención se enfocará en la evaluación sobre la economía que haga el comité; 2) precio internacional del petróleo, que después de la ampliación del plazo para continuar con los recortes de la OPEP y la perspectiva de mejora económica, tiene margen para seguir subiendo; 3) efecto rezagado de cifras económicas positivas de la semana pasada como el informe de empleo estadounidense, cuando nadie esperaba una reactivación de esta magnitud y en tiempo récord en el mercado de trabajo y; 4) todo lo relativo al COVID-19, tanto por la parte de incrementos en las medidas de des-confinamiento, así como avances en vacunas para erradicar el coronavirus. l. Con ello, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $21.20 y $22.30 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar una baja o mantenerse sin cambios; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 6.20% – 6.60%.