El yen japonés abrió a la baja esta mañana, ampliando su caída al 0.5% frente al dólar estadounidense. Fue el sexto día consecutivo de ganancias para el par USD/JPY.
El yen cayó a su nivel más bajo desde el 15 de diciembre de 2016, casi un mínimo de cinco años y medio. Otro descenso del 0.1% llevaría a la moneda asiática a su nivel más débil desde el 2 de febrero de 2016, más de un mínimo de seis años.
La debilidad de la divisa puede sorprender a muchos operadores que han llegado a considerar el yen como una moneda de refugio, un indicador del sentimiento de riesgo. Pero los fundamentos subyacentes que en su día hicieron del yen un supuesto refugio seguro han cambiado a la par que el clima económico.
El yen se convirtió primero en una moneda refugio porque Japón tenía un superávit comercial. Además, en 2018, la repatriación de los inversores japoneses que anteriormente habían buscado pastos más verdes en una economía con tipos de interés negativos creó una demanda constante de la moneda local.
Sin embargo, en el entorno actual, la fuerza motriz más fuerte del yen es la extrema dependencia de la economía japonesa de las importaciones de materias primas. Con la subida de los precios de las materias primas, desde los cereales hasta los metales y el petróleo, los importadores japoneses tendrán que seguir vendiendo más y más yenes para comprar dólar estadounidense.
Por si fuera poco, el diferencial de intereses será cada vez más favorable para el dólar, a medida que la Reserva Federal comience a subir las tasas de interés, incluso cuando el Banco de Japón se quede muy atrás, considerando todavía si desea acabar con los tipos de interés negativos.
En paralelo a este drástico cambio fundamental, el panorama técnico es igual de dramático, si no es que más.
El par USD/JPY completó un triángulo simétrico mensual que abarca el período entre junio de 2015 y febrero de 2021. Aunque eso en sí mismo es un gran problema, en realidad estamos abordando algo aún más monumental.
El par ha estado cotizando por encima de una línea de tendencia desde el máximo de abril de 1990. En otras palabras, el dólar podría estar tocando fondo frente al yen a nivel macro. Este cambio de tendencia podría aprovechar la fuerza para impulsar al dólar frente al yen por encima de 150.
El promedio móvil de 50 semanas cruzó por encima del de 200 en noviembre, mientras que lo mismo ocurrió en la escala mensual en 2016, pero después de que el promedio móvil de 50 meses alcanzara su máximo a finales de 2018; ha estado en alza desde 2021.
Estrategias de operación
Los operadores conservadores deberían esperar a que el precio supere la macro línea de tendencia y luego vuelva a probar su soporte antes de entrar en una posición larga después de una subida tan fuerte.
Los operadores moderados esperarían a que el precio volviera a caer hacia 116 o a crear una nueva acumulación como base desde la que rebotar.
Los operadores agresivos podrían entrar en una posición larga a voluntad, según su plan de operaciones personalizado. He aquí un ejemplo genérico:
Ejemplo de operación - Posición larga agresiva
Entrada: 118.00
Stop-Loss: 117.00
Riesgo: 100 pips
Objetivo: 123.00
Recompensa: 500 pips
Ratio riesgo-recompensa: 1:5