La subida del dólar estadounidense se desvanece cuando China relaja algunas de sus políticas de COVID tras las protestas generalizadas. Una vez que los riesgos derivados de las estrictas políticas de bloqueo de COVID de China se atenuaron, los operadores volvieron a centrarse en las expectativas sobre la probabilidad de un camino más lento hacia la subida de las tasas de interés en Estados Unidos, después de que el miércoles pasado las minutas de la Fed revelaran que los responsables de la política monetaria estaban de acuerdo en que pronto sería apropiado ralentizar las subidas de las tasas.
El 10 de noviembre, la inflación de Estados Unidos se ralentizó más de lo previsto, con un aumento del 7.7% interanual, la mayor subida desde principios de 2022. Además, la medida preferida por la Fed, la de los precios básicos -excluyendo los volátiles (y por tanto menos representativos) energía y alimentos-, subió un 6.3%, bajando desde el aumento del 6.6% de septiembre, que fue un máximo de cuarenta años.
En consecuencia, los operadores reajustaron sus apuestas a un aumento de medio punto porcentual en la reunión del FOMC del 13 y 14 de diciembre, por debajo de las últimas cuatro subidas consecutivas del 0.75%.
Con las expectativas de subidas lentas de tasas lentas y el dólar en modo de corrección, el oro está en disposición de subir, al menos a corto plazo.
Veamos cómo se traduce esta dinámica en el precio y su trayectoria.
El oro podría haber completado una bandera descendente, alcista tras la subida inicial del 10.7% en 8 sesiones. Esta pauta es de la variedad de continuación porque los técnicos esperan que el avance precedente, casi directo, se repita tras la clara ruptura al alza de la bandera. Esta expectativa se debe a la dinámica que genéricamente impulsa este patrón. Los operadores obtienen beneficios después de un avance casi demasiado bueno para ser cierto, durante el cual contemplan si han tenido suerte o han acertado. La ruptura al alza se produce después de que la demanda en curso absorba toda la oferta disponible y los compradores aumenten sus ofertas más allá de la bandera. Los primeros bajistas se dan una patada en los pantalones por no tener suficiente fe en sí mismos y se apresuran a volver a entrar.
A la inversa, los bajistas aprenden de su error y se unen a los alcistas. Los operadores al margen eligen un bando, y ahora tenemos un mercado que sube. Por supuesto, se trata de una explicación simplificada, pero es la hipótesis que impulsa actualmente el mercado.
Así que busco más pistas que apoyen esta visión.
El RSI, que mide el impulso, proporcionó una divergencia positiva al alza cuando el precio estaba plano, lo que alude a que el precio podría seguir. Sin embargo, el indicio más claro es que la bandera se desarrolló tras un doble fondo. Eso significa que los alcistas dieron todo lo que estaban dispuestos a dar para superar el obstáculo de los máximos de septiembre y octubre.
Los operadores, picados por la caída de casi un 7% desde los 1,730 dólares, temían que el bastión bajista les perjudicara de nuevo. Así que los alcistas le dieron un empujón y, una vez que lo consiguieron, se apresuraron a salir, como ya se ha señalado. Sin embargo, la ruptura al alza de la bandera por encima de la línea del cuello refuerza el bastión ahora alcista. El hecho de que se produzca precisamente en la línea del cuello de un doble fondo refuerza el mensaje alcista.
Obsérvese cómo la media móvil de 50 días (50-DMA) resistió los cuatro máximos anteriores. Obsérvese que el precio hizo una pausa antes de superar las medias móviles de 50 y 100 días con doji. Luego, tras encontrar resistencia en la 200-DMA, que fue el impulso técnico de la bandera, la de 100 se convirtió en soporte cuando el precio se hundió intradía al publicarse las actas de la Fed.
Ahora, el precio, y la lucha, está entre la 100-DMA y la 200-DMA, que se realineó con el máximo de agosto.
Estrategias de operación
Los operadores conservadores deberían esperar a que el precio cierre por encima del máximo del 25 de noviembre, y luego esperar un movimiento de retorno que confirme el soporte de la bandera antes de arriesgar una posición larga.
Los operadores moderados esperarían otro máximo por encima de la ruptura inicial y un retroceso para entrar mejor.
Los operadores agresivos podrían entrar en una posición larga ahora.
Ejemplo de operación - Larga agresiva
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Entrada: $1,739
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Stop-Loss: $1,719
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Riesgo: $20
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Objetivo: $1,799
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Recompensa: $60
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Ratio riesgo-recompensa: 1:3
Descargo de responsabilidad: El autor no tiene una posición en ninguno de los activos mencionados.