La Bolsa Mexicana de Valores ligó su segunda caída consecutiva en la semana pese a haber ensayado un rebote a mitad de sesión en una jornada de espanto para los índices internacionales. El IPC terminó cediendo 0.27% y terminó en los 40,225 puntos, un mínimo desde abril de este año, pero contabilizando el peor mes del año donde ya acumula una pérdida de 8.97%, siendo el segundo peor índice internacional después de Brasil, donde el Ibovespa ha caído 14.1%.
La tendencia internacional no ha cambiado, y el precio del petróleo sigue a la baja. La mezcla mexicana cedió 1.59% el día de hoy y se situó por debajo de los 50 dólares por primera vez desde 2009 mientras que el WTI logró estabilizarse en 55.93 dólares por barril. No obstante, al momento de escribir este reporte, el WTI cae 0.97% ante la apertura de los mercados asiáticos.
En términos económicos, se publicaron las construcciones iniciales en Estados Unidos las cuales vinieron por debajo de lo pronosticado en 1.03 millones, lo cual representó un cambio negativo mensual de 1.6%, así como también los permisos de construcción cayeron 5.2% en términos mensuales durante noviembre. Los siguientes meses serán estacionalmente malos para la construcción al comenzar el clima frío en varias regiones norteamericanas, recordemos que el año pasado esta estacionalidad causó controversia sobre la decisión de la Fed debido al impacto negativo que tuvo sobre el PIB de Estados Unidos. En ese sentido, no creemos que tenga mayor influencia sobre el comunicado de la Fed del día de mañana donde esperamos que haya un tono más holgado y que no apriete el discurso sobre el tiempo en que tardará en elevar tasas.
En ese sentido, el sector bancario mexicano terminó la jornada con cotizaciones mixtas. Inbursa subió 2.13%, Gentera ganó 0.97% pero Grupo Financiero Norte perdió 1.51% al tiempo que Banregio se mantuvo sin cambios. Santander apenas cayó 0.29% y se enfrenta a su soporte histórico en los 27 pesos marcado desde inicios de año cuando su hoja de balance se encontraba en dificultades por los créditos a las desarrolladoras de vivienda.
En términos corporativos también hubo noticias importantes, Grupo Carso e Infraestructura Energética Nova (IENOVA) recibieron la notificación de rechazo sobre sus ofertas para desarrollar una línea de gas (gasoducto) al norte de México. La Comisión Federal de Electricidad emitió un fallo a favor de Fermaca Enterprises, la cual realizó una oferta por 531 millones de dólares, superando la realizada por Grupo Carso y IENOVA. Las acciones de ambas compañías cerraron con caídas importantes, G Carso perdió 3.23% mientras que IENOVA cayó 4.13%.
La Infraestructura tampoco ha logrado reponerse, ICA sigue cayendo y hoy cerró 0.18% abajo respecto de su cotización de ayer, mientras que OHL perdió 1.72% a una cotización de 25.2 pesos y ha caído 41.1% desde su máximo en julio pasado donde alcanzó los 42.8 pesos.
En la renta fija, los bonos gubernamentales han tenido un desempeño más que decepcionante en el último mes. Si bien, durante los primeros tres trimestres del año, los bonos locales mantenían bajos rendimientos a causa de la compra de dichos activos, de acuerdo con Bloomberg, en el último mes han perdido 9.1%, esto es más de cuatro veces el promedio de la caída en los bonos de mercados emergentes. La razón es que gran parte de la deuda mexicana se encuentra en manos extranjeras, y la súbita caída del peso ha tenido como consecuencia un sell-off en los bonos locales.
La curva de rendimientos ha tenido cambios importantes desde hace dos meses. En especial el bono de 5 años cuya tasa se ha disparado 60 puntos base desde 4.7% en octubre a 5.3% el día de hoy. Tan sólo este martes fue la de mayor movimiento al subir 5pbs. No obstante, el largo plazo sigue siendo el que marca la diferencia en la curva. El bono de 10 años se ha ajustado 35 puntos base al alza, lo cual limita la capacidad del banco central para estimular la inversión con tasas de corto plazo bajas. En ese sentido, es posible que si Banxico continúa con bajas tasas en el corto plazo, sea más complejo para el banco central frenar la depreciación del peso y evitar un posible contagio (dada la magnitud de la depreciación) hacia la inflación local vía importaciones.