Mientras los rendimientos de los títulos deuda siguen subiendo (particularmente los treasuries en EEUU), la mayoría de los mercados bursátiles del mundo y algunas divisas se siguen ajustando a la baja.
El origen del alza de los rendimientos se basa en la expectativa de la recuperación de la economía de Estados Unidos y en la posible alza de inflación, además del retraso que han tenido los estímulos de apoyo en ese país. En este entorno de incertidumbre, se está presentando una toma de utilidades en el mercado de capitales, la cual se justifica en algunos casos por la sobre valoración que alcanzaron diversas acciones, acelerando la caída del índice Nasdaq que fue el que mayores ganancias ha tenido desde los mínimos que cayó el 23 de marzo de 2020 por el efecto de la pandemia. Ante esta incertidumbre, el resto de los mercados se ha contagiado del pesimismo y el temor.
Este jueves, los tres principales índices de Wall Street registraron una pérdida promedio de 2.6%, encabezados por el Nasdaq que perdió 3.52%.
México también se ha contagiado de la incertidumbre internacional, por un lado la Bolsa medida por el índice S&P/BMV IPC registró una caída de 1.86%, al cerrar en 44,310 puntos, ligeramente debajo de su media móvil de un mes, y con sus indicadores de corto plazo a la baja, sobre todo si este viernes no logra rebotar, podría caer al primer objetivo que tiene en 44,000 puntos.
En el mercado de divisas, el dólar se ha mantenido con cambios moderados frente a la canasta de las seis principales divisas, fluctuando el índice DXY alrededor de 90 puntos, cerrando el jueves en 90.13. Sin embargo, el tipo de cambio en México, alcanzó el jueves los $21.00, cerrando en $20.759, según Banxico, con pérdida diaria de 1.63%.
Aunque en el mercado se le atribuyen diversos factores a la depreciación del peso, en Metanalisis la vemos como algo coyuntural provocada por el entorno internacional, y aunque hay salida de capitales, se lo atribuimos más a un reacomodo de portafolios por el “cierre de carry trade”, provocado por el alza de las tasas en Estados Unidos y la previsión de la depreciación del peso. Esto mismo también se observa en monedas como el real brasileño, por lo que hay que estar alertas para aprovechar este movimiento.
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