Todo tipo de activos han estado cayendo en el mundo, pero “el mercado de relojes de segunda mano ha bajado menos”. Así, aunque los precios de los lujosos Rolex, Patek Philippe y Audemars Piguet siguen descendiendo, han obtenido mejores rendimientos que las acciones y las criptomonedas.
Las cifras son claras: el precio de los modelos usados de alta gama sólo cayó un 8 por ciento en 2022, mientras que el índice de referencia S&P 500 bajó un 19 por ciento, el Nasdaq Composite se desplomó un 33 por ciento y el bitcoin se derrumbó un 65 por ciento.
Y aquí le comparto otro dato interesante: en un período de dos años, los precios del mercado secundario global de relojes subieron un 26 por ciento, superando al S&P 500 y al bitcoin.
Una investigación del equipo dirigido por el analista de renta variable de Morgan Stanley (NYSE:MS), Edouard Aubin, concluye: “Casi todas las clases de activos han bajado en los últimos 18 meses, pero el mercado de relojes (de lujo) usados ha bajado menos”.
Así, los precios de los relojes de las “tres grandes” marcas más comunes de piezas consideradas “de inversión” (Rolex, Patek Philippe y Audemars Piguet) disminuyeron en el último trimestre de 2022 debido a un incremento en la oferta y la normalización de los precios después de un fuerte aumento en los años anteriores. Pero no ocurrió igual con los precios de modelos fabricados por marcas de gama media (como Cartier, Omega y Tudor), que se incrementaron en el mismo período.
De hecho, todas las marcas de relojes suizos, alemanes y japoneses de lujo nuevos no han dejado de subir cada año, lo que también ha contribuido a la apreciación de ciertos modelos en el mercado secundario.
Profundizando en el informe de Morgan Stanley, que incluye datos de la plataforma de investigación WatchCharts hasta finales de enero de 2023, la principal conclusión es que los precios de las “tres grandes” marcas ya mencionadas han seguido cayendo, aunque moderadamente. Sin embargo, ahí hay un gran pero…
Como Rolex, Patek Philippe y Audemars Piguet representan alrededor del 70 por ciento del valor de todas las operaciones en el mercado secundario, da la impresión de que existe una debilidad generalizada. Y en realidad no es así.
Por ejemplo, los relojes deportivos de acero más atractivos (como los Rolex Daytona y GMT, el Patek Philippe Nautilus y el Audemars Piguet Royal Oak) siguen cotizando varios múltiplos por encima de los precios de venta recomendados o autorizados a los distribuidores oficiales, a pesar de haber caído desde finales del primer trimestre de 2022.
Además, fuera de esas tres marcas de lujo, el mercado ha sido mucho menos volátil. Los precios de la gran mayoría de los relojes no se dispararon en los primeros meses de 2022, y tampoco se han desplomado desde entonces. Hay, pues, una consistencia y mayor apreciación como tendencia de largo plazo.
Por cierto, el mercado mundial de relojes “pre-owned” (usados) se estima en casi 20,000 millones de francos suizos y en 2030 podría alcanzar los 35,000 millones, según un estudio publicado por la consultora Deloitte. El crecimiento de este segmento es tal que la plataforma británica en línea Subdial ha desarrollado un índice que sigue a los 50 modelos más negociados y va al alza.
Y aunque el precio medio cayó de un récord de 45,000 francos suizos en febrero de 2022 a 35,000 en septiembre, Deloitte califica esa baja como una “corrección”, más que una señal de que el mercado se estuviera reduciendo.
Es hora de hacerse de ese Rolex que siempre quiso
En un ambiente económico global inflacionario, con tensiones bélicas en Europa del Este y Asia, tasas de interés al alza y una recesión que tarde o temprano llegará, los activos tangibles, reales, seguirán superando –por mucho– el desempeño de los activos e instrumentos tradicionales de inversión.
De ahí que el oro y la plata físicos, el dólar, las materias primas, el bitcoin y activos patrimoniales como los bienes raíces de alto valor (en zonas de gran demanda), las obras de artistas reconocidos y los relojes de lujo y de alta relojería de marcas “de inversión” seguirán fungiendo como activos refugio y depósito de valor a los que correrán los grandes capitales buscando amparo, en beneficio de quienes hayan comprado más temprano.
El momento es ahora, cuando los precios de los centenarios y los Rolex, del dólar y el bitcoin continúan bajos, cuando sólo los más avezados, con la visión adecuada, compran para vender a futuro y maximizar sus ganancias. La gran mayoría hará justo lo opuesto, lo que explica el porqué siempre son unos pocos los que ganan, mientras la mayoría pierde.