Este miércoles 21 de septiembre se reúne el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en la sexta reunión de política monetaria de la FED, donde lo más probable es que aumente las tasas de interés en 75 puntos base, para dejarlas en el rango de 3.0%-3.25%. Sin embargo, lo más importante será conocer cuánto más seguirán subiendo. Algunas previsiones ya anticipan que cerrarán el año entre 4.0% y 4.25%. Sin embargo, tampoco se sabe si esto será suficiente para frenar la inflación, ni el impacto que tendrá en la actividad económica de Estados Unidos.
Las tasas de los fondos federales siguieron subiendo en la semana alcanzando los Treasuries de 10 años rendimientos de 3.46%, los cuales no se veían desde hace más de 10 años, pero además, los rendimientos de los bonos de 2 años se dispararon hasta 3.87%, quedando un diferencial invertido de 41 puntos base.
El dólar logró mantenerse estable después de la apreciación que tuvo el martes 13 de este mes a niveles de 110 puntos, medido por el índice DXY. Sin embargo, mayores tasas de interés hacen probable que el dólar se siga fortaleciendo frente a la mayoría de las divisas en el mundo, aun cuando está en los mismos niveles que tenía hace 20 años.
“La buena noticia” es que el presidente Biden ya declaró este domingo que la pandemia del COVID-19 “terminó en Estados Unidos”, pero la secuela que dejó en la inflación continúa, sobre todo mientras se mantenga la guerra entre Ucrania y Rusia.
La incertidumbre sigue presionando a los mercados bursátiles. Los tres principales índices de Wall Street tuvieron pérdidas promedio de 4.8% en la semana.
En México, el índice S&P/BMV IPC se defendió al perder solo 0.58% en la semana de cuatro días, mientras que el tipo de cambio cerró en $20.083, con pérdida de 0.96% en la semana corta.
En este entorno, consideramos que mientras la inflación y las tasas sigan subiendo, la volatilidad en los activos de riesgo (Bolsa, oro, plata, etc.,) seguirá siendo constante.