Publica sus resultados del 1T de 2021 el martes, 27 de octubre, tras el cierre del mercado.
Expectativa de Ingresos: 35.760 millones de dólares.
Expectativa de BPA: 1,54 dólares.
Es difícil encontrar algo que vaya mal en el negocio del gigante tecnológico Microsoft (NASDAQ:MSFT) estos días. La compañía ha sido uno de los mayores beneficiarios de la pandemia que ha obligado a los trabajadores a permanecer en casa, alimentando la demanda de sus suscripciones de software basadas en Internet y en la nube.
Azure, el nombre comercial de sus servicios en la nube, registró un crecimiento del 47% en el segundo trimestre, tras un salto del 59% en el trimestre anterior. Durante la pandemia, más clientes corporativos se han estado suscribiendo a los sector servicios del software de productividad de Microsoft Office, así como acelerando su transición hacia la infraestructura en la nube.
Ayudado por este inesperado aumento de la demanda, las acciones de Microsoft han subido más de un 35% este año, superando el 28% registrado por el NASDAQ de referencia. Este repunte impulsó la capitalización de mercado de la compañía a más de 1,5 billones de dólares en septiembre, lo que la convirtió en una de las entidades más valiosas del mundo.
Aunque no hay pruebas de que la ventaja de Microsoft se esté viendo amenazada, sus últimos ingresos, que se publicarán mañana, podrían mostrar cierta reducción de la demanda tras el repunte inicial provocado por la pandemia.
Se espera que el gigante del software con sede en Redmond, Washington, registre un crecimiento general del 8% de las ventas del tercer trimestre, según estimaciones de los analistas, frente a la expansión del 13% del trimestre anterior.
Apuesta segura a largo plazo
A pesar de esta posible desaceleración del crecimiento, Microsoft sigue siendo una de las apuestas a largo plazo más seguras en el espacio tecnológico. Eso hace que valga la pena comprar sus acciones cuando bajan de precio.
La razón de este optimismo es simple: Microsoft ha hecho todos los movimientos correctos durante la última década. Ahora está en la gratificante posición de poder cosechar los beneficios de sus inversiones anteriores.
Tras una transformación masiva liderada por el director ejecutivo, Satya Nadella, hace más de cinco años, la compañía se ha convertido en uno de los actores más poderosos del mercado de la computación en la nube de rápido crecimiento, al frente de la segunda mayor cuota de mercado del segmento, solo superada por la de Amazon (NASDAQ:AMZN).
Los analistas de Morgan Stanley (NYSE:MS) han reiterado recientemente su calificación de "sobreponderada" en Microsoft, elevando su precio objetivo de 230 a 245 dólares. En combinación con el crecimiento de las ganancias, los analistas consideran que el perfil de rentabilidad total de Microsoft se mantiene en un "nivel sostenido y atractivo" durante estos tiempos inciertos.
Junto con un crecimiento de los ingresos del 10%, una mayor expansión del margen y de las recompras de acciones, los analistas creen que las acciones tienen un perfil de rentabilidad premium "frente al mercado en general, que todavía no se refleja completamente en las acciones".
Añadamos a esto el sólido dividendo de Microsoft y una excelente trayectoria de pagos y parece una inversión aún más atractiva, especialmente dada la incertidumbre económica.
Desde 2004, cuando el gigante tecnológico comenzó a pagar dividendos, su pago se ha multiplicado por más de cuatro. Actualmente, su rentabilidad anual es del 1% con un pago trimestral de 0,56 dólares por acción, tras incorporar el aumento de dividendos del 10% anunciado en septiembre.
En conclusión
Al ir flaqueando el repunte registrado tras el estallido de la pandemia, las acciones de Microsoft han perdido algo de terreno, cayendo alrededor de un 7% frente a los máximos históricos alcanzados en septiembre. Es probable que Microsoft pierda posicione si sus últimos resultados muestran alguna debilidad. Pero la compañía sigue expandiendo su cuota de mercado en nuevas áreas de la economía digital mientras mantiene su posición de liderazgo con sus productos insignia de software como Windows y Office.
Esta ventaja duradera ayudará a la compañía a lograr un crecimiento sostenido de dos dígitos de los ingresos, el beneficio por acción y el flujo de caja libre, lo que convierte sus acciones en una opción fiable para poseer a largo plazo en el ámbito tecnológico.