La calma es tensa. Tanto que Wall Street volvió a dar otro trompicón y acabó con retrocesos en la misma víspera del dato de empleo. El S&P’s 500, el mejor índice para medir el tono del mercado, ha retrocedido en cuatro de las últimas cinco jornadas, y el Dow Jones cerró hoy en su nivel más bajo desde febrero. Las solicitudes de subsidios de desempleo, pese a que repuntaron ligeramente respecto a la semana previa, permanecen muy cerca de los mínimos de cuatro décadas, lo que generó desasosiego en el mercado antes del dato de empleo de mañana. Un indicador demasiado poderoso puede certificar un alza de tasas en septiembre, lo que pondría muy nervioso a los mercados. Por otro lado, la caída de las empresas de biotecnología y de medios influyó también en los descensos de hoy.
Al cierre de la sesión, el Dow Jones bajaba un 0.69% para terminar en los 17,419.75 pts, su nivel más bajo desde febrero, y ya acumula su sexta jornada consecutiva de retrocesos, su peor racha desde octubre del año pasado. El Nasdaq se hundía un 1.62% a los 5,056.44 pts debido a las compañías de biotecnología. El S&P’s 500 perdía un 0.78% y acababa en los 2,083.56 pts. Y ya se sitúa un 2.2% por debajo de su récord de mayo.
En la semana terminada el 1 de agosto, las solicitudes de subsidios de desempleo se ubicaron en 270,000, por encima de los 267,000 de la semana previa pero muy cerca de los mínimos observados desde principios de los setentas.
Ese dato refleja que el mercado laboral está muy apretado. Y eso pone nervioso a los inversionistas antes del dato de empleo que se publicará mañana. El consenso de analistas estima que se creen 225,000 puestos de trabajo en julio, el ritmo promedio de creación de empleo que se observa desde inicios de 2013. La tasa de desempleo permanecerá en 5.3%, según el consenso, o un mínimo de siete años.
Pero además el mercado estará muy pendiente de las remuneraciones por hora, un indicador que puede empezar a mostrar presiones salariales debido a la escasez de demanda de trabajo. Un dato bueno mañana, poderoso, se traducirá prácticamente con toda seguridad en fuertes pérdidas en Wall Street y nerviosismo en los mercados globales, sobre todo en las divisas de los mercados emergentes, incluyendo el peso.
Junto a la ansiedad que genera el mercado laboral y el dato de empleo de mañana, los inversionistas también tuvieron que lidiar con fuertes caídas en el sector de biotecnología y el de medios. El índice de biotecnología del Nasdaq se hundió un 4.0%, por lo que se rompió una racha de 5 días seguidos de subidas. El componente de salid del S&P’s 500 fue el peor de la sesión con una caída de 2.2%.
En el sector de medios, Viacom se despeñó un 13.4% y Fox un 6.7% luego de unirse a todo un pelotón de empresas del sector que han publicado peor de lo previsto. El número de suscriptores en los servicios de cable van retrocediendo, y lo mismo sucede con la publicidad, ante el triunfo del modelo de Netflix. Walt Disney (NYSE:DIS), tras hundirse ayer un 11%, prolongó los descensos para caer un 1.8% adicional hoy. En el S&P’s 500, el componente de servicios de consumo perdió un 1.6% debido al derrumbe de 2.1% del subsector de medios.
En las materias primas, el petróleo volvió a retroceder y terminó en mínimos de cuatro meses. El abril de WTI cedió un 0.7% a 44.82 dólares. Sin embargo, el sector de energía trepó un 1.8%.
Wall Street ha empezado a replegarse. El dato de mañana será clave, pero la reacción será la contraria a la esperada: si el dato es flojo y puede atrasar una subida de tasas por parte de la Fed, puede haber rally. Pero como veamos un dato muy poderoso…. Cuidado.