Tras las subidas de los precios del mercado del petróleo de la semana pasada, cuando el WTI cerró el 8 de marzo justo por encima de los 123 dólares y el Brent subió hasta casi los 128 dólares, en la primera mitad de esta semana se produjo una importante caída de los precios. Tanto el crudo como el Brent cayeron más de un 25% hasta situarse en la franja de entre 95 y 99 dólares por barril.
Aun así, estos precios son bastante elevados si se comparan con lo que el mercado vio a finales de 2021, pero reflejan una caída considerable desde los picos de tres cifras de la semana pasada, cuando la materia prima energética casi alcanza nuevos máximos históricos. En el momento de redactar estas líneas, el Brent ha vuelto a superar el nivel de los 100 dólares y el crudo también parece volver a dirigirse en esa dirección.
Por supuesto, todavía hay algunas razones para que los precios se mantengan elevados y tal vez sigan subiendo, en gran parte debido a la confianza y los temores en torno a los acontecimientos geopolíticos. Sin embargo, es importante examinar algunos de los elementos que podrían haber provocado la caída de los precios, para entender hacia dónde podría dirigirse el mercado a partir de ahora.
Hay que centrarse en cuatro aspectos principales:
1. ¿Se está acabando la histeria especulativa?
Ni los fundamentales, ni siquiera el temor a las perturbaciones de una guerra entre Rusia y Ucrania nunca bastaron para justificar estos precios sin precedentes. La OPEP ha adoptado esta postura relajada desde que comenzaron las hostilidades y la subida de precios.
Sin embargo, el mercado del petróleo no se basa únicamente en los fundamentales. También se basa en la confianza de los traders, personas sentadas detrás de los ordenadores en Nueva York, Londres, Hong Kong, Singapur, Buenos Aires y Mumbai.
La subida de precios basada en los temores de perturbación del mercado por un conflicto entre Rusia y Ucrania fue razonable porque la guerra y las reacciones a ella acapararon los titulares. La incertidumbre también alimentó la subida de precios. La guerra sigue acaparando las noticias, pero la especulación parece haberse relajado con el tiempo, especialmente ahora que la incertidumbre sobre las sanciones ha dejado paso a cierta concreción.
Algunos también han mencionado que la caída del precio podría deberse a que los traders están cerrando sus contratos del mes.
2. ¿Dejará Europa continental de comprar energía rusa?
No pueden y no lo harán. Al principio del conflicto existía la percepción de que Europa podría aislarse del petróleo, el gas y el carbón rusos, pero ahora parece que es un paso que los países europeos no quieren o no pueden dar.
Por ejemplo, Alemania no puede ni quiere desvincularse del suministro energético ruso. Europa no va a sacrificar su propio bienestar social y económico por un esfuerzo diplomático. Ahora que esto está claro, los precios empiezan a reflejar una percepción más razonada.
3. ¿Están dispuestos otros países a comprar energía rusa?
Esta semana salía a la luz la noticia de que la India está comprando petróleo ruso —con un descuento— y podría seguir comprando aún más. Esto era inevitable desde que se empezó a hablar de las sanciones contra Rusia.
Sencillamente hay demasiados mercados fuertes en el mundo que quieren petróleo barato. Esto significa que ni Estados Unidos ni nadie puede impedir que estos mercados compren petróleo ruso.
China quiere, necesita y sigue comprando el petróleo y el gas de Rusia a través de oleoductos directos. India, con más de 1.300 millones de habitantes, necesita y debe encontrar las mejores ofertas de petróleo que pueda conseguir, incluido el ruso.
Debido a la presión política para no comprar petróleo ruso, las empresas que lo ponen a la venta lo hacen con importantes descuentos. Cuando el petróleo ruso se vende con descuento, el precio del petróleo en general baja.
4. Confinamiento por coronavirus en China
China ha decretado el confinamiento en Shanghái y Shenzhen, lo que probablemente también ha provocado que los precios del petróleo bajen. Según la CNN, 37 millones de personas están ahora mismo confinadas en China. Sólo los trabajadores esenciales pueden salir de sus casas en estas regiones. En Shanghái, el tráfico se ha reducido en un 36%, lo que hace temer que estos confinamientos puedan provocar un notable descenso de la demanda de petróleo chino.
Otros acontecimientos que también podrían estimular la volatilidad
No obstante, el mercado sigue estando sujeto a la volatilidad extrema y cualquier tipo de acontecimientos podría provocar oscilaciones de precios similares a las que vimos a principios de esta semana. Hay algunos aspectos adicionales que los traders deberían tener en cuenta mientras siguen evaluando el mercado:
- La ruptura de las conversaciones entre Ucrania y Rusia y el aumento de la actividad militar rusa;
- La posibilidad de que se produzcan nuevas restricciones por COVID en Estados Unidos y Europa como reacción a los confinamientos de China. Algunas autoridades advierten de la posibilidad de que aumenten los casos, incluso cuando las restricciones a los viajes y la obligatoriedad del uso de la mascarilla se están suavizando en todo el mundo;
- Aumento de la demanda de gasolina y combustible para aviones a medida que nos acercamos a los meses más cálidos y a la temporada estival de conducción y viajes;
- El descenso de la producción rusa de petróleo si Rusia no es capaz de vender suficiente petróleo y se queda sin almacenamiento físico. (La producción rusa de petróleo aumentó en febrero, según Platts, pero sigue estando por debajo de la cuota impuesta por la OPEP+);
- Una reversión de la actual política de la OPEP+ de aumento gradual de la producción cuando el grupo se reúna el 31 de marzo;
- Sanciones nuevas o ampliación de sanciones a la energía rusa por parte de Estados Unidos u otras naciones;
- Una resolución del acuerdo nuclear con Irán que ponga fin a las sanciones petroleras sobre este país;
- Persistencia de las elevadas tasas de inflación de Estados Unidos y de otros países. Cuando el valor del dólar estadounidense cae, el precio del petróleo sube, ya que suele negociarse en dólares. Sin embargo, la ralentización de las economías a nivel mundial hace que disminuya la demanda de petróleo, lo que a su vez hace bajar su precio.
Nota del autor: Aunque esta columna suele publicarse los jueves, sólo estará disponible de forma esporádica los próximos dos meses. Volverá a su horario semanal habitual a mediados de mayo.