El euro y el dólar llegaron a una paridad que no se veía desde hace un poco más de veinte años. Mientras que en 2018 con un euro se podían comprar hasta 1,40 dólares, hoy en día (dato al 20 de julio) el valor del euro es de alrededor de 1.02 dólares.
Desde el verano de 2002, el coeficiente entre el euro-dólar no se encontraba en niveles por debajo del 1, que es la paridad exacta entre ambas. Lo anterior sin duda genera un impacto relevante en los mercados y desde luego implica nuevos retos y oportunidades para los inversionistas que tienen su capital en divisas.
Bajo esta perspectiva, primero, debemos entender el por qué de esta paridad. Existe una fuerte depreciación del euro desde el año pasado, acentuada por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. Este acontecimiento genera incertidumbre y temor en los inversionistas, que deciden de ese modo refugiarse del otro lado del mundo en divisas como el dólar. Y por otro lado, debemos contemplar el panorama inflacionario mundial, que ha generado la respuesta de los bancos centrales y, como consecuencia, el fortalecimiento de otras monedas.
El mes pasado la Reserva Federal de los Estados Unidos elevó en 75 puntos base la tasa de interés, lo que generó un fortalecimiento del dólar frente a otras monedas. Datos de Investing.com señalan que el dólar avanza 11.37% en lo que va del 2022 frente a divisas como el yen, la libra esterlina, la corona sueca, el franco suizo y desde luego el euro.
Mercados esperan acciones del BCE
Por el contrario, el Banco Central Europeo se ha mantenido inactivo en ese aspecto, y el resto de los mercados se encuentran a la expectativa de que el organismo tome una decisión monetaria que ayude a contener la caída del euro.
Ante ello, recomendamos no enfocar toda la atención hacia el fortalecimiento del dólar al invertir, sino poner atención en el comportamiento de su contraparte. De ese modo, por ejemplo, se puede prever que el debilitamiento del euro continuará, lo cual convierte a esta moneda en una opción poco viable para continuar diversificando las inversiones de quienes deciden hacerlo en divisas.
La recomendación generalizada es diversificar las inversiones en dólares. Es decir, no sólo hacerlo en el intercambio de la divisa, sino optar por diversos instrumentos valorados en la moneda estadounidense, como acciones e incluso criptomonedas.
Lo anterior, porque las acciones y divisas digitales valorizadas en dólares son una medida de protección para continuar con los rendimientos generados por la cotización del dólar, y al mismo tiempo amortizar las posibles bajadas del precio en el tipo de cambio peso-dólar con un portafolio compuesto, en caso de que se presenten.
También se puede acudir a los CFDs, es decir a contratos en los que el vendedor pagará al comprador la diferencia entre el valor de la divisa en el momento en que se hizo la operación con el del cierre.
En conclusión, aunque se conozca el horizonte inversor, siempre será importante acudir con especialistas en inversiones y trading para que cualquier inversión, independientemente de la moneda elegida, se realice con base en información fidedigna y no en especulaciones. El objetivo, que este proceso esté mejor respaldado y se reduzca el riesgo de pérdidas.