Los clientes que perdieron el acceso a sus activos digitales en las quiebras de criptomonedas del 2022, actualmente se enfrentan a serios obstáculos para recuperarlos. Este no sería el caso si sus activos hubieran estado en manos de custodios debidamente regulados y con deber fiduciario. Pero, ¿cuántas personas han escuchado hablar de los custodios digitales?
Este tipo de custodios son una pieza clave en el mundo de las criptomonedas y los activos digitales por varias razones, pero vayamos por partes. "Fiduciario" significa que cuando se salvaguarda un activo en nombre de un cliente, la empresa o institución tiene la responsabilidad legal de anteponer los intereses financieros del cliente a los suyos propios. Esto requiere controles internos y externos, procesos estructurados y regulación, para que los clientes recuperen todos sus activos si la entidad entra en disolución. Todo esto es indispensable para proteger sus activos.
Cumplir con ese tipo de responsabilidad fiduciaria exige que el custodio haga frente a todos los tipos de riesgo que se le puedan ocurrir. Para un activo tradicional como el oro, eso significa almacenarlo en una bóveda de alta seguridad. Se necesitan varias llaves para acceder a la bóveda, y existen dispositivos de seguridad en caso de pérdida o robo de las llaves.
En el caso de los activos digitales, significa que el custodio debe contar con múltiples llaves criptográficas para acceder a los activos, debe proteger las claves criptográficamente y también establecer mecanismos de seguridad en caso de pérdida o robo de las claves, almacenar las claves en hardware seguro y guardar el hardware en una bóveda segura.
También significa establecer capas de segregación. Los activos de cada cliente deben estar separados de los activos de otros clientes. El custodio no puede mezclar los activos de los clientes con sus propios activos, como sucedió en el caso de FTX. El custodio no puede asumir riesgos de ningún tipo con los activos, por lo que la custodia debe estar separada de todas las demás funciones, como el trading, la cobertura, los préstamos, etc.
El sistema financiero tradicional está estructurado de tal manera que se separen estas funciones. Sin embargo, actualmente no existe tal estructura de mercado para los activos digitales. Esto, junto con una gobernanza deficiente y la falta de controles internos, es lo que permitió a las bolsas arriesgar los activos de los clientes en sus operaciones de préstamo y cobertura en casos recientes.
Como parte de las piezas del sistema de seguridad de los activos digitales, los reguladores garantizan de forma independiente que el custodio cumpla con todas las leyes, incluyendo el mantener un determinado nivel de reservas y varias pólizas de seguro que cubran actos de negligencia, errores u omisiones.
Esto ofrece mucha más protección a los dueños de activos digitales que el almacenamiento de activos únicamente mediante tecnología, que es lo único que ofrecen la mayoría de las carteras de activos digitales. Estas no tienen obligación fiduciaria porque no están cubiertas por las mismas normas y reglamentos que se aplican a las entidades financieras tradicionales.
Todavía son muy pocas las jurisdicciones en las que los reguladores han adoptado los antiguos principios de la custodia fiduciaria y los han aplicado a los activos digitales. Entre los que regulan, no todos lo hacen de la misma manera.
Gracias a los custodios de activos digitales, es posible proteger y salvaguardar los fondos de los usuarios de forma segura y confiable. En un entorno en constante evolución, donde la seguridad y la privacidad son fundamentales, contar con un buen custodio de activos digitales se convierte en una necesidad.
Cada vez estaremos escuchando más de estos programas debido a que permiten a los usuarios tener un mayor control y acceso a sus activos digitales, mientras que garantizan una protección completa de los mismos.
En resumen, contar con un buen custodio de activos digitales es una inversión necesaria para proteger y administrar de manera segura nuestros fondos y activos digitales en la era actual.