La Reserva Federal (Fed) ha dado este jueves un giro histórico a su política monetaria. El encargado de anunciarlo ha sido su presidente, Jerome Powell, que ha aprovechado su intervención en el simposio Jackson Hole para hacerlo.
Según ha dicho, a partir de ahora se pondrá más énfasis en el fomento del empleo y se permitirá que la inflación supere el objetivo del 2%, lo que a su vez abrirá la puerta a mantener los tipos de interés más bajos durante más tiempo.
La intervención de Powell era muy esperada, y no ha decepcionado. El mercado esperaba una respuesta contundente de la Fed ante la crisis económica que ha provocado la pandemia de Covid-19, y la ha tenido. “Hace cuarenta años el mayor problema que nuestra economía enfrentaba era la alta y creciente inflación”, ha dicho Powell. Sin embargo, ahora apenas llega al objetivo marcado por el banco central.
Por eso, ha dicho, aunque a muchos les resulte “contradictorio que la Fed quiera impulsar la inflación”, no se puede olvidar que una inflación “persistentemente demasiado baja puede plantear graves riesgos para la economía”. Y eso es lo que quiere evitar permitiendo que en tiempos de expansión económica pueda estar más alta de lo normal. Según Powell, la Fed ha acordado un “objetivo de inflación promedio”, de forma que permitirá que la inflación se sitúe “moderadamente” por encima del objetivo del 2% “durante algún tiempo” después de los períodos en que haya estado por debajo de ese objetivo.
Es lo que el banquero ha llamado una “actualización robusta” de la política de la Fed, ya que desvela un cambio en la forma de pensar no solo en lo que a la inflación respecta, sino también sobre el empleo. Y es que Powell ha asegurado que “la economía de EEUU es sólida, pero el paro puede permanecer alto durante años“, razón que ha llegado a la Reserva Federal a apostar por fomentar el crecimiento del empleo como sea.
El nuevo enfoque de la Fed al respecto es el siguiente: las actuaciones dependerán de la “evaluación del déficit de empleo desde su nivel máximo”, cuando hasta ahora el banco central hablaba de intervenir cuando hubiese “desviaciones” del nivel máximo. Según Powell, se trata de un cambio significativo porque “refleja nuestro aprecio por los beneficios de un mercado laboral fuerte, sobre todo en comunidades de ingresos bajos y moderados”, ha señalado. “Este cambio puede parecer sutil, pero refleja nuestra opinión de que un mercado laboral robusto puede sostenerse sin causar un brote de inflación”, ha remarcado.
Hasta ahora los funcionarios de la Reserva Federal creían que un bajo nivel de desempleo llevaba a niveles peligrosamente altos de inflación, y actuaban de forma preventiva para atajarlo. Ahora la visión es completamente distinta, por lo que la Fed no se inclinará por subir los tipos de interés cuando la tasa de desempleo baje. Además, los expertos apuntan que este cambio ayudará a abordar la situación provocada por el coronavirus, que ha golpeado más en los más desfavorecidos, a medida que la economía se recupera.
Powell ha explicado que el banco central no fijará un objetivo específico para la tasa de desempleo, sino que permitirá que las condiciones dicten lo que se considera como pleno empleo.