El Banco Central de Costa Rica (BCCR) publicó la Revisión del Programa Macroeconómico para el II Semestre del 2016, dejando sus previsiones para los próximos 18 meses. En el documento se pueden identificar cinco puntos clave:
1. El BCCR mantiene la perspectiva de crecer un 4.2% al cierre del 2016, aunque durante todo el semestre, el crecimiento global y el del país tuvieron revisiones a la baja de parte de entidades como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En Aldesa consideramos que, aunque es posible que no se alcance la cifra, esta sería cercana al 4.0%.
2. La inflación aumentaría a niveles positivos, pero estos serían bajos y siempre bajo la meta establecida por la entidad, lo que es favorable para el poder adquisitivo y los productos en colones.
3. A pesar del déficit fiscal, no se prevé presión sobre las tasas en colones del mercado local, en gran medida por el manejo de la deuda hecha por el Ministerio de Hacienda. Además, se nota un análisis más positivo sobre las finanzas públicas respecto a versiones anteriores. Por otro lado, aunque aumentó la necesidad de dólares y con ello ajustes al alza en las tasas, principalmente de corto plazo, tampoco se esperan ajustes significativos, en medio de una coyuntura internacional de bajas tasas de interés, donde el ente asume un ajuste de parte de la FED para este año. Lo aspectos anteriores favorecerían la renta fija en ambas monedas.
4. El Central reconoce la menor disponibilidad de dólares en el mercado y prevé una disminución de sus reservas (este es el principal cambio respecto a versiones anteriores), por lo que estaría interviniendo en el mercado cambiario para evitar variaciones significativas. Con dicha política, debería reducirse la magnitud de la devaluación esperada y es un elemento que fortalece la preocupación de los reguladores, relacionada a la dolarización del crédito, pues los agentes económicos no van a esperar grandes devaluaciones y, por lo tanto, no interiorizarían el riesgo cambiario al endeudarse, como pretenden las autoridades.
5. El crecimiento del crédito y la liquidez no presenta sobresaltos, aunque por moneda continúa creciendo más en dólares que en colones. El BCCR pronostica que la tendencia se revertirá, pero, tanto por el diferencial de tasas como por la expectativa cambiaria, no parece que esto se vaya a cumplir.
Bajo este contexto, el 2016 terminaría como un año estable en las variables macroeconómicas, donde el país una vez más sorteó el problema fiscal a través del manejo de la deuda y coyuntura internacional de bajas tasas de interés. De momento, se mantienen las recomendaciones que hemos venido manejando a nuestros inversionistas, en los productos de renta fija, tanto en colones como en dólares.