Empieza la semana con nuevas reacciones en los mercados financieros globales, después del BRexit y la baja en la calificación que otorgó S&P a la nota del Reino Unido a ‘AA’ desde ‘AAA’ y perspectiva negativa.
La mayoría de los mercados bursátiles del mundo cerraron sus operaciones del lunes en terreno negativo, excepto algunos de Asia. En el caso de América, los tres principales índices de Wall Street iniciaron la semana con una pérdida promedio de 1.91%, mientras que el FTSE-100 de Inglaterra perdió 2.55%, el Dax de Alemania cayó 3.02% y el IPC de México perdió 1.35%, cerrando sus operaciones en 44,282 puntos. Sin embargo, a pesar de la caída que tuvieron los mercados este lunes, fue de menor magnitud que la del viernes pasado. Ante estos ajustes de los mercados, la incertidumbre y los rumores aumentan, generando mayor volatilidad.
En el mercado de divisas, el dólar se apreció 1.03% este lunes frente a una canasta de las seis principales monedas fuertes, según el índice DXY, y eso tuvo por consecuencia que el peso perdiera 1.32%, al cerrar sus operaciones en 19.19 por dólar, lo que implicó una pérdida de 25.1 centavos. Este movimiento generó una serie de rumores sobre la posibilidad de que el Banco de México aumente sus tasas de interés en su reunión de política monetaria del próximo jueves 30 de junio. Algunos analistas y medios de información esperan que el Banxico aumente entre 25 y 50 puntos base sus tasas de referencia, argumentando que hay mayores señales del traspaso de la depreciación del peso hacia la inflación, y porque continúa la salida de capitales de la tenencia de extranjeros en valores gubernamentales. La realidad es que todavía no hemos visto un impacto importante en la inflación, aunque la salida de capitales continúa, pero dentro de un proceso natural.
En nuestra opinión el Banco de México no debería hacer ningún movimiento en las tasas de interés, porque la inflación está controlada, los movimientos en el tipo de cambio son ordenados ya que está dentro de un sistema de libre flotación. Además, se ha incrementado la probabilidad que la FED mantenga sin cambio sus tasas de interés, por lo menos hasta septiembre de este año.