La turbulenta semana que han sobrellevado los mercados especialmente Wall Street después de sufrir con caídas la primera semana de febrero, logró equilibrarse en la última sesión con un cierre de 2.680,32 puntos. Tras el último comunicado del índice de precios de consumo subyacente mensual fue superado de acuerdo al mes anterior, alcanzando poco a poco el nivel inflacionario objetivo, acompañado por los datos de las ventas minoristas, desestabilizando los mercados, principalmente en este índice tocando mínimos de 2.626,60 puntos y por otro lado como reacción ante la fuerte caída prolongada después de varios minutos un repunte en el Oro tocando su máximo en 1.349,65 después de no haber visto señales de vida del metal precioso en varias semanas, fue un gran día para éste.
Los comportamientos anteriores han mantenido nerviosos al público inversor, causados principalmente tras el alza significativa de los rendimientos de Bonos del Tesoro, más sin embargo ante la perspectiva de aumentos en las tasas de interés de la FED este 2018, han provocado el desequilibrio entre las bolsas, como es el caso del EuroStoxx 50, tocando mínimos de 3.308,15 puntos tras la reacción negativa del mercado ante los últimos resultados de los índices de precios de consumidor de Estados Unidos, volviendo a recuperar aliento en 3.373,0 puntos.
Los indicadores macroeconómicos que divisan la estabilidad de la economía americana destacan el índice inflacionario acercándose a un 2% a largo plazo, observando este indicador de manera positiva se destaca que a corto plazo los precios se han solidificado a dicho objetivo, por otro lado, la tasa de paro estadounidense se ha mantenido sin ningún cambio, registrándose en 4,1% de acuerdo a su última revisión el 2 de febrero, más en cambio el salario mínimo ha aumentado mediante un ajuste en base a la inflación anual.
Ante estos escenarios, debemos comparar con los principales parámetros que dirigen el curso de los mercados, algunos son los indicadores de expectativas futuras sobre la situación económica que anteriormente hemos mencionado, y uno que cabría destacar es el sentimiento de mercado, bien la volatilidad, que medimos a través del índice Vix.
El índice del miedo ha escalado a tal punto que ha puesto en duda a los mercados, las estadísticas no confirman niveles como una segunda repetición del lunes negro en 1987, hasta escuchar en las noticias el nombre de “la semana del terror”, pero cabría preguntarnos si esto se representa como el principio del fin de una burbuja o si simplemente estamos en una pausa de corrección representativa que se manifiesta de manera cíclica.
Analistas sugieren que las correcciones de mercado se deben a atrasos respecto a las valoraciones que ocurren de forma histórica, y representativamente a la solidez de los datos que sustentan a la economía americana, principalmente la pregunta que debemos plantearnos ahora es: ¿si la volatilidad e inestabilidad de mercado se mantiene con fluctuaciones tan elevadas, es posible ver una ruptura de la bolsa en corto tiempo? ¿cuándo será la última corrección del S&P 500?
Si bien a ciencia cierta no podríamos calcular el cuándo, pero si observamos la gráfica detenidamente lo que sí podemos calcular es que de manera técnica el S&P 500 se encuentra aún en una pauta de corrección, aunque bien en el corto plazo aun haya desestabilizado el sentimiento de los inversores tras el dato de inflación a su vez que se publicaron los de ventas minoristas, Wall Street repuntó con sesiones ganadoras de las grandes compañías como fue Apple (NASDAQ:AAPL) sumando un 0,97%.
Si la inflación se mantiene elevada, los técnicos aseguran que la corrección del índice americano continúa manteniéndose prolongadamente, más apoyándonos en los fundamentales, quedar a la espera de las ganancias corporativas que impulsen al S&P 500 y en espera de que el crecimiento de la economía americana siga manteniéndose en expansión, estar al tanto de las expectativas de los consumidores así como no perder de vista los posibles disturbios geopolíticos de la era Trump que puedan distorsionar la volatilidad del mercado.