Además de la paralización de varias empresas en Estados Unidos por las bajas temperaturas, los activos de riesgo también se enfriaron en los últimos días, aunque estos se deben a diversos factores, como el retraso de los estímulos por US$1.9 billones para apoyar a la economía, pero por otro lado, se están presentando señales de recuperación en la actividad económica y en la inflación de los Estados Unidos, lo cual podría reducir los estímulos monetarios y fiscales en Estados Unidos, reflejándose esta expectativa en la venta de títulos de deuda (bonos) y el alza de sus respectivos rendimientos.
Además de los ajustes a la baja que han mostrado los precios del oro y la plata, también se están viendo caídas en la mayoría de los mercados bursátiles del mundo, en algunos casos se atribuye el ajuste a una toma de utilidades ante el temor que se haya creado una burbuja en los precios de las acciones, aunque desde nuestro punto de vista, son solo algunas emisoras las que presentan elevados niveles de valuación y están sobre compradas. Sin embargo, la caída que han presentado el índice Nasdaq y el S&P-500 durante las últimas tres jornadas están generando nerviosismo, sobre todo porque sus indicadores técnicos se siguen debilitando.
El jueves, el Dow Jones perdió 0.38%, el S&P-500 cayó 0.44% y el Nasdaq perdió 0.72%. Sin embargo, la pérdida que ha tenido el Nasdaq en las últimas tres jornadas solo ha sido de 1.63% y la del S&P-500 de -0.53%.
En México, el índice S&P/BMV IPC cayó el jueves a 44,508 puntos, dejando una pérdida de 1.23%, quedando nuevamente sobre su media móvil de un mes, el cual es necesario que respete hoy para mantener el alza y evitar una caída de mayor magnitud.
En el mercado de divisas, el dólar medido por el índice DXY perdió 0.39% al cerrar el jueves en 90.59, por su parte, el tipo de cambio cerró el jueves en $20.36, con pérdida de 0.68%, aunque en operaciones intradía alcanzó máximos de $20.48. Por el momento, la principal resistencia se ubica alrededor de $20.50.