Antes que nada hay que aclarar que este artículo podría ser perfectamente aplicable a cualquier instrumento o índice, sin embargo, estará enfocado al sector de las criptomonedas, ya que es uno de los que más titulares y centimetraje de prensa ha abarcado durante los últimos meses.
Durante gran parte de 2022, fueron muchos los que aseguraron y siguen asegurando, que Bitcoin es una burbuja o Esquema Ponzi. Incluso, a manera de broma, muchas personas del ecosistema cripto hacían referencia acerca de las conversaciones incómodas que tendrían que afrontar en las cenas navideñas cuando surgiera el comentario de “viste, te dije que esa monedita digital era una estafa”.
Ahora bien, me gusta explicar esta percepción que tienen las personas con la idea que encierra el título de esta columna y es que la gran mayoría de veces, catalogamos un hecho según nuestra propia experiencia y sacamos de la ecuación algunas variables más objetivas.
Mirando el último ciclo alcista que tuvieron las criptos, nos tenemos que remontar al último trimestre de 2021 cuando BTC alcanzó su máximo histórico cercano a los $69.0000. En ese momento, un sentimiento de optimismo o FOMO (del inglés “fear of missing out” o “temor a perderse algo”) hacía que se hablaran maravillas de las criptomonedas y proyectos blockchain haciendo que miles de personas hicieran sus inversiones en ese preciso momento.
¿Qué pasó?
Muchos de estos inversionistas entraron sin detenerse a ver el gráfico del precio para determinar en qué parte del ciclo se encontraban y acto siguiente, como ocurre en todos los mercados, las ballenas tomaron ganancias, BTC tuvo una corrección y se enfrentó a un panorama de dificultades macroeconómicas.
Todo este escenario hizo que muchas personas se sintieran estafadas e incluso, llegaron a materializar la pérdida vendiendo los tokens que recién habían comprado, además, y por si fuera poco, se llevaron un mal sabor de boca haciendo que sea muy poco probable que regresen.
La otra cara de la moneda
Por otro lado, está el inversionista que, no necesariamente teniendo conocimientos previos, compró sus primeros bitcoins mucho tiempo atrás, antes de 2020 quizás y ha visto como el valor de la criptomoneda se ha duplicado, triplicado y más. Una parte de este grupo seguramente pudo tomar ganancias y esperar otro ciclo bajista para volver a entrar.
¿En dónde estamos ahora?
Es muy difícil poder determinar cuál será el precio mínimo o máximo al que llegará una criptomoneda pero basándonos en el historial de precio o algunos factores fundamentales como el halving de BTC que será en 2024, se podría determinar que el mercado está ofreciendo buenas oportunidades de compra o entrada con un horizonte de inversión de mediano y largo plazo para poder esperar una buena rentabilidad.
Por último y no menos importante, está un tercer grupo de inversionista que aunque no se sienten decepcionados de las criptomonedas, están cauteloso y a la espera de que el mercado comience a mostrar signos de recuperación y señales alcista para tratar agarra el rally desde el comienzo, pero no desde ahora.
Recuerda que la práctica de invertir es muy parecida a la de ir al supermercado para hacer la compra de la comida. Es posible que evites adquirir productos cuando tienen precios elevados mientras que aproveches aquellos que sientes que están en descuento: ¿En cuál de estos dos escenarios se encuentran las criptomonedas actualmente? Te toca hacer tu propia investigación para determinarlo.