Si agosto fue el peor mes en mucho tiempo, septiembre también empezó horrible. Lo malo es que, históricamente, septiembre es el peor mes para las bolsas de Estados Unidos. Y esto sucede luego de que el Dow Jones tuviera su peor mes en cinco años y el S&P’s 500 desde mayo de 2012.
La Fed y China siguen provocando verdaderos desastres en el mercado. En la jornada, el Dow Jones se hundió un 2.84% a los 16,058.35 pts, el Nasdaq se despeñó un 2.94% hasta los 4,636.11 pts y el S&P 500 un 2.96% para concluir en los 1,913.85 pts. Otra verdadera masacre, de casi el 3%, que los hizo terminar cerca de los mínimos de la sesión en una jornada en la que las caídas se aceleraron en la última hora. El petróleo del WTI, que había rebotado con virulencia en las tres últimas jornadas, se desplomó un 7.9% para acabar en 45.34 dólares.
Con esta sesión, el Dow Jones ha perdido un 12.5% respecto a su máximo histórico de mayo, por lo que están en corrección. Lo mismo le sucede al S&P’s 500, que también se ha dejado más de un 10% respecto a su máximo de mayo. El Nasdaq ha perdido ya un 11% respecto a su récord de julio. Además, este último índice, con los retrocesos de hoy, borró las ganancias acumuladas en el año y ya cotiza con un rendimiento negativo de 2.0%.
Mientras la Fed espera el dato de empleo y piensa si subir las tasas o no en septiembre (y en lo que queda de año), China sigue arrojando cifras muy malas. Otra vez fueron los datos relacionados con la manufactura, el motor de las exportaciones y el crecimiento chino. Se trataron de dos indicadores: el PMI manufacturero de agosto, y la lectura final del PMI manufacturero de Caixin, ese dato cuya cifra preliminar arrasó con los mercados hace dos viernes.
En el PMI de agosto, la lectura fue de 49.7, lo que significa la primera contracción de la manufactura (una lectura por debajo de 50) desde febrero. Además, los componentes del PMI fueron en general débiles, sobre todo en lo que se refiere a los nuevos pedidos y a las exportaciones. En el caso del PMI manufacturero de Caixin, la lectura final mostró una lectura de 47.3, lo que significa la cifra más baja desde marzo de 2009. Los malos datos de la manufactura, como decimos, volvieron a presionar a la baja las materias primas, entre ellas el petróleo, que después de registrar en estos tres últimos días su mayor subida en 25 años, hoy tuvo su peor jornada en 2 meses.
Pero además, el FMI lanzó alertas sobre el impacto de la desaceleración china sobre el crecimiento en el resto del mundo. Así las cosas, cada vez parece más perentoria la necesidad de China de anunciar un paquete fiscal expansivo que cambie el rumbo de la economía. No en vano, en Estados Unidos se empiezan a notar algunos síntomas. El ISM manufacturero de agosto registró una lectura de 51.1, por debajo del pronóstico del mercado y de la lectura de 52.7 en julio. Las exportaciones registraron su peor cifra desde abril de 2009. Sin embargo, el gasto en construcción se disparó en julio un 13.9% respecto al mismo mes del año pasado, la mayor ganancia anual desde marzo de 2006.
Acciones con una elevada exposición a China como Apple (NASDAQ:AAPL) (-4.5%), el fabricante de chips apra celulares QUALCOMM Incorporated (NASDAQ:QCOM) (-2.8%) y Avago (-5.2%) o la firma de cadena de restaurantes Yum! Brands Inc (NYSE:YUM) (-0.8%) perdieron terreno. El sector energético, debido al comportamiento del petróleo, también se vio muy castigado.
La semana está siendo horrenda y apenas llevamos dos días. Pero esta vez no se ve que vaya a haber un rebote. La tensión permanecerá hasta el viernes, cuando se publica el dato de empleo. Como aperitivo, mañana se publicará el pronóstico para la nómina privada de ADP. Además contaremos con la revisión a los datos de productividad y costos laborales unitarios para el segundo trimestre, los pedidos de fábrica de julio y rumbo al cierre, otro documento importante para la Fed: el libro Beige.