El yen japonés ha continuado su tendencia a debilitarse frente al dólar estadounidense, desafiando los esfuerzos de las autoridades de Tokio por estabilizar su valor en el mercado de divisas. A pesar de la intervención multimillonaria realizada por el Banco de Japón y el Ministerio de Finanzas la semana pasada, el USD/JPY ha seguido registrando máximos no vistos en más de treinta años en el 2024.
El argumento de Tokio sobre la caída desordenada del yen, considerada como fuera de línea con los fundamentos del mercado, destaca la preocupación por el riesgo de alimentar la inflación interna a través de un aumento en los precios de los bienes exportados. Sin embargo, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha señalado que la acción oficial en el mercado de divisas debería ser "rara", lo que sugiere una posible discrepancia entre las dos potencias económicas en cuanto a la política cambiaria.
A pesar de los esfuerzos del Banco de Japón por ajustar su política monetaria ultrafloja este año, el yen sigue ofreciendo rendimientos bajos en comparación con el dólar. Esta situación podría persistir en el corto plazo, dado el continuo atractivo del dólar como moneda de refugio seguro y su ventaja monetaria en relación con el yen japonés.
El par USD/JPY ha mantenido su tendencia alcista, con niveles de soporte en 154.055 y resistencia en 157.263. Aunque el dólar rebotó en su promedio móvil simple de 50 días, actualmente en 152.25, los operadores minoristas muestran escepticismo sobre su capacidad para continuar subiendo. Este sentimiento bajista podría reflejar la efectividad de las acciones de Tokio en la desaceleración del debilitamiento del yen.
En resumen, el futuro del USD/JPY está marcado por la incertidumbre debido a la compleja interacción entre las políticas de Japón y Estados Unidos, así como por la dinámica del mercado global de divisas. Los inversores deben operar con cautela y estar preparados para la volatilidad en el mercado del yen japonés, ya que las disputas entre las dos potencias económicas podrían influir en la dirección futura del par de divisas.