Wall Street abrirá hoy con descensos generalizados luego de la volátil jornada de ayer. Al igual que el jueves, el Nasdaq lleva la delantera bajista. Buena parte de la culpa la tiene Amazon (NASDAQ:AMZN): la empresa advirtió que en el actual trimestre puede registrar pérdidas en su operación, dado que tendrá que realizar grandes gastos en almacenes, personal, etc para estar preparado para la temporada de grandes ventas de final de año. En consecuencia, Amazon se hunde hoy un 3.9% antes de la apertura. Jeff Bezos, que ayer por algunos instantes superó a Bill Gates como el hombre más rico, hoy tendrá que apechugar con algunas pérdidas en su riqueza.
También parece que al mercado le está afectando la decisión del Senado de bloquear la versión débil para derogar el “Obamacare”. El voto aconteció ayer por la noche, y era el último intento desesperado de los republicanos por derribar el “Obamacare”. Sin embargo, tres senadores republicano, Susan Collins, Lisa Murkowski y John McCain votaron por bloquear la medida. Este último regresó al Senado luego de que se le diagnosticara un tumor cancerígeno en el cerebro.
En los reportes corporativos de esta mañana, tampoco salen bien libradas las petroleras. En el pre-mercado, Exxon Mobil (NYSE:XOM) pierde un 1.8% y Chevron (NYSE:CVX) un 0.3%. Exxon reportó unas utilidades que duplicaron las observadas hace un año, pero aun así vinieron por debajo de lo previsto. Sus utilidades por acción fueron de 78 centavos cuando el consenso estimaba 82 centavos por acción. Por otro lado, los resultados de Chevron fueron mixtos.
Merck (NYSE:MRK), por el contrario, gana un 0.5% antes de la apertura luego de reportar unas utilidades 14 centavos por encima de lo esperado, y con unos ingresos más altos de lo previsto, gracias en buena medida por la demanda de su fármaco para combatir el cáncer, Keytruda. Sin embargo, sabe a poco.
Tampoco cambió el rumbo del mercado la publicación del PIB para el segundo trimestre. Se trata de su primer reporte, el avanzado, y mostró una expansión de la economía de 2.6%, algo por debajo de lo esperado por el consenso (2.7%). No sólo el dato fue más débil de lo esperado, sino que además la cifra del primer trimestre se revisó a la baja de 1.4% a 1.2%. La expansión de la economía se debió a una revitalización del consumo privado, que representa 2/3 del PIB: su crecimiento fue de 2.8% comparado con 1.9% en el primer trimestre. Sin embargo, la inversión fija se desaceleró de 8.1% a 2.2% al flaquear tanto la inversión no residencial (de 8.1% en el primer trimestre a 2.2% en el segundo) y contraerse la actividad en el no residencial tras una fuerte expansión en el primer trimestre (de 11.1% a -6.8%). La inversión fija bruta, incluyendo el cambio en inventarios, registró sin embargo un crecimiento de 2.0% tras bajar un 1.2% en el trimestre anterior. La razón se debe a que los inventarios restaron 1.5 puntos porcentuales (pp) en el primer trimestre mientras que en el segundo trimestre fue neutral (-0.02 pp).
También mejoró al el gasto de gobierno, que tras caer un 0.6% en el primer trimestre aumentó un 0.7% en el segundo, mientras que el sector externo, ése que tanto vigila Trump, aportó 0.2 pp al crecimiento, prácticamente la misma contribución que se observó en el primer trimestre.
Las cifras tampoco son para tirar cohetes. De modo que entre Amazon, las petroleras y un crecimiento económico que no termina de cuajar durante la era Trump, la apertura fue con descensos. El Nasdaq lidera las pérdidas con un 0.3%, el S&P’s 500 cede un 0.2% y el Dow Jones un 0.1%.