Flujo de información considerable proveniente del Fed en las últimas dos semanas con un impacto significativo en los mercados. Desde la última reunión del FOMC, que tuvo lugar entre el 30 de abril y el 1º de mayo, han tenido lugar varias intervenciones por parte de sus miembros, tanto con voto como sin él, así como la publicación de las minutas de dicha reunión y el reciente testimonio de su presidente, Ben Bernanke, ante el Congreso. A la luz de esta información, los inversionistas empiezan a temer que el Fed reduzca el estímulo monetario actual antes de lo esperado. Cabe señalar que dicho estímulo (conocido como Quantitative Easing o QE) consta de compras de activos financieros por parte del Fed por 85mmd (40mmd en Treasuries y 85mmd en bonos respaldados por hipotecas o MBS). Dichas compras, aunado al programa de estímulo masivo aplicado por el Banco de Japón, han venido brindando soporte a los mercados en los últimos meses, particularmente en mercados emergentes.
Poniendo en orden las ideas. En el comunicado de política monetaria después de la reunión que culminó el 1º de mayo, el Fed señaló que: “…El Comité está preparado para incrementar o reducir el ritmo de compras para mantener la política acomodaticia apropiada en la medida en que cambie las perspectiva del sector laboral y de la inflación…”. Llamó la atención que la señal que estaba mandando el Fed era de un ajuste en el programa de compras tanto a la baja como al alza, sobre todo en un contexto de información económica mixta.
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