Detrás de las amenazas que ha hecho Donald Trump a México, durante su primera conferencia como presidente electo, dio un voto de confianza al gobierno de México, por lo que junto con el alza a los precios de la gasolina, el gobierno tiene ahora un fuerte compromiso para que se mantenga la estabilidad financiera del país y que logre un crecimiento económico de por lo menos 2.0% en este año.
Tampoco esperamos un cambio radical en los planes de Donald Trump, pero está demostrando que se puede negociar con él y que el proceso sobre la revisión del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) puede irse ajustando en varios años. Y lo que menos debe preocuparnos es el “muro”, si lo quiere construir que lo haga, lo importante es que no afecte a la economía de los trabajadores mexicanos que están en ese país.
Bajo este panorama, prevemos que el tipo de cambio se irá estabilizando poco a poco, y nos da confianza que la toma de posesión de Trump el próximo 20 de enero, no debería tener la presión que esperábamos, y por consecuencia, las tasas de interés también deberían moderar su tendencia de alza que han mostrado recientemente.
Antes de que iniciara Donald Trump su mensaje, el peso mexicano alcanzó su mayor depreciación histórica frente al dólar, al registrar operaciones de $22.05 (spot venta), y después tuvo un ligero regreso, cerrando la jornada en $21.90, lo que representó una pérdida de 17.4 centavos con respecto a la jornada previa. Sin embargo, el Banco de México no informó sobre alguna venta de dólares en el mercado cambiario.
Los que tuvieron un regreso al alza fueron los precios de los bonos, registrando los rendimientos una caída promedio de 6 puntos base a lo largo de toda la curva, y posiblemente mantendrán esta misma tendencia en el corto plazo.
En el mercado accionario, el Indice de Precios y Cotizaciones llegó a perder 336.2 puntos, pero se recuperó al final y cerró en 45,933.65, con una ganancia de 47.4 puntos, o 0.10%.