La economía chilena ganará tracción en el corto plazo para crecer un 2,9 por ciento en 2018 y 2019, apoyado en un repunte de sus envíos liderados por el cobre y una lenta recuperación de la inversión, mostró el lunes un informe de la OCDE.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destacó que el ajuste que ha enfrentado la economía chilena en los últimos años “parece acercarse al final”, ayudada por la mejora de las perspectivas para sus principales socios comerciales.
Los envíos “crecerán a un ritmo más sólido, respaldadas por la mejora de los mercados de exportación y el repunte en los precio del cobre”, dijo la OCDE en su informe, presentado en Santiago por el secretario general del ente, Ángel Gurría.
“El fortalecimiento de la demanda, las buenas condiciones de financiamiento y las medidas recientes en materia de políticas para respaldar las exportaciones y productividad reactivarán la inversión”, agregó el organismo.
El informe, que se conoce pocos días antes de que asuma en Chile el gobierno del conservador Sebastián Piñera, resaltó que en la medida que repunte el crecimiento, la tasa de desempleo irá descendiendo y mejorará el nivel de los salarios.
No obstante, OCDE reparó que entre los principales riesgos para el crecimiento del país están la evolución de sus principales socios comerciales y de los precios de las materias primas.
“Mayor o menor crecimiento de China, Estados Unidos y los países vecinos de América Latina podría reducir o impulsar la demanda externa”, dijo el documento.
OCDE destacó que la economía del mayor productor mundial de cobre necesita continuar con una consolidación fiscal en el mediano plazo. En ese marco, proyectó que el déficit descendería a cerca del 1,7 por ciento del PIB en 2019.