México, 19 ago (EFE).- La mayoría de los mexicanos rechaza la inversión privada en la empresa estatal Pemex, aunque reconoce la necesidad de una reforma constitucional para modernizarla, reveló un sondeo publicado hoy por el diario El Universal.
De acuerdo con la encuesta elaborada por la firma Buendía & Laredo, el 62 % de los entrevistados está en desacuerdo con permitir la inversión privada en Petróleos Mexicanos (Pemex), solo un 20 % está a favor y un 15 % ni lo aprueba ni lo rechaza.
La iniciativa de reforma energética presentada la semana pasada por el presidente Enrique Peña Nieto abre la puerta a la participación del sector privado en las áreas de exploración y explotación de crudo, a través de los contratos de utilidad compartida.
En tanto, la propuesta del opositor Partido Acción Nacional (PAN) prevé que Pemex compita con empresas privadas y asociaciones público-privadas en la explotación del petróleo y sus derivados, así como en la distribución de las gasolinas, mediante un esquema de concesiones.
Aunque la mayoría rechaza la inversión privada, el 62 % de los encuestados reconoció que el monopolio petrolero necesita reformas para funcionar mejor frente a un 28 % que consideró que no se requieren porque funciona bien como está.
Además, el 52 % de los mexicanos estimó necesaria una reforma de la Constitución para modernizar la empresa pública, como defienden el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el conservador PAN.
En tanto, un 36 % de los encuestados indicó que no hace falta hacer cambios a la Carta Magna, tal como sostiene el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que también se opone a una mayor participación del capital privado en la industria petrolera.
Entre los aspectos más importantes que debe incluir la iniciativa, el 40 % mencionó la reinversión de las ganancias para que Pemex eleve su producción, el 26 % destacó la reducción de la influencia del sindicato petrolero y el 21 % pidió medidas para que la burocracia de la empresa gaste menos.
De las reformas estructurales que están pendientes, el 28 % de los mexicanos dijo que la energética es la más importante, seguida por una iniciativa dirigida a combatir la corrupción (25 %) y la electoral (13 %).
Sobre las repercusiones que tendría que el Congreso no sacase adelante una reforma energética, el 67 % indicó que el país tendría que comprar petróleo y gas en otros países, el 65 % estimó que habría un menor crecimiento económico y que estos recursos no se podrían extraer de los lugares de más difícil acceso.
La mayoría de los ciudadanos opinó que la reforma ocasionará un aumento en los precios de la gasolina, el gas y la luz, mientras que menos de la tercera parte de los encuestados consideró que habrá una disminución de esas tarifas, como sostiene el Gobierno.
El sondeo, elaborado del 8 al 13 de agosto pasado, incluyó entrevistas cara a cara a 1.000 personas mayores de 18 años, tiene un índice de confianza del 95 % y un margen de error de más/menos 3,5 puntos porcentuales. EFE