Por Alonso Soto y Luciana Otoni
BRASILIA, 2 jun (Reuters) - Algunos miembros del equipo económico de la presidenta Dilma Rousseff creen que un mejor panorama para la inflación debería llevar al Banco Central de Brasil a desacelerar el ritmo de alzas de las tasas interés o incluso detenerlas por completo en su reunión de julio, dijeron dos funcionarios a Reuters.
Las expectativas apuntan en general a que el Banco Central de Brasil subiría sus tasas de interés en 50 puntos básicos en su próxima reunión del miércoles por quinta oportunidad sucesiva, a un 13,75 por ciento, aumentando los costos del crédito a un máximo de seis años y muy por sobre el nivel de otras grandes economías.
Aunque el ritmo agresivo de alza de tasas que comenzó en octubre es una parte clave de la estrategia del Gobierno para recuperar la confianza de los inversores, algunos miembros del equipo económico de Rousseff afuera del Banco Central temen que un mayor ajuste pueda profundizar la que se espera sea la peor recesión de la economía local en 25 años.
"Hemos puesto la casa en orden, así que no creemos que exista la necesidad de que el Banco Central sea tan duro", dijo un funcionario cercano al equipo económico que solicitó el anonimato para hablar con libertad. "Los indicadores muestran que la política monetaria está funcionando", agregó.
Otro funcionario de alto rango fuera del Banco Central dijo que espera que los funcionarios terminen pronto el ciclo de ajuste, que ha llevado a un alza de 225 puntos básicos de las tasas en seis meses.
Una baja continua de las expectativas inflacionarias a largo plazo debería convencer a los funcionarios de que es hora de parar, dijo la fuente.
Después de la reunión de política del miércoles, el próximo encuentro previsto del Banco Central es el 29 de julio.
Un portavoz del Banco Central rehusó hacer comentarios.
Rousseff y su equipo económico han sido criticados por legisladores y algunos líderes de negocios por ajustar las políticas fiscal y monetaria en un momento en que la economía se contrae.
El ministro de Hacienda, Joaquim Levy, y el ministro de Planificación, Nelson Barbosa, han dicho públicamente que el banco debería hacer lo que sea necesario para luchar contra la inflación, que se aceleró sobre el 8 por ciento en mayo. Ambos ministerios declinaron realizar comentarios.
Las crecientes preocupaciones dentro del Gobierno sobre el alza de las tasas de interés se hacen eco de la opinión de varios economistas que temen que el Banco Central se esté arriesgando a provocar un daño innecesario a la economía al subir demasiado los tipos.
Sin indicar cuándo podría terminar el ciclo, el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, ha reiterado que una baja de las expectativas inflacionarias de mediano a largo plazo aún no es suficiente para que la inflación alcance el centro del rango meta oficial a fines del 2016.
Las expectativas inflacionarias para el 2015 han subido muy por sobre el centro del rango meta de un 4,5 por ciento, después de que el Gobierno elevó los precios de la electricidad y los combustibles a inicios de año.
Pero las expectativas inflacionarias desde 2016 al 2019 han disminuido, según muestran datos del Banco Central. (Reporte de Alonso Soto; Editado en Español por Ricardo Figueroa)