por Kenia Arteaga
Infosel, junio. 26.- Aunque hay unanimidad entre los analistas del sector privado sobre la decisión de política monetaria de Banco de México este jueves, al interior de la junta de gobierno de ese instituto central las cosas podrían no ser tan claras.
Un sondeo elaborado por la agencia de noticias Infosel, con 12 analistas del sector privado, de bancos y casas de bolsa, reveló que hay una expectativa unánime de que la llamada tasa de interés objetivo del banco central mexicano se mantenga en un nivel de 8.25%.
Si esa expectativa se cumple, entonces los cinco integrantes de la junta del Instituto Central sumarán su cuarta reunión seguida con la tasa de interés de referencia en ese nivel, que además es el mayor desde hace 11 años, cuando comenzó a utilizarse esta herramienta.
Cierto que no se espera un relajamiento monetario, pero algunos creen que la decisión podría no ser tomada de manera unánime y podría darse el caso que el Instituto Central enfrente su primera decisión dividida desde noviembre del año pasado, cuando un integrante de aquella junta pidió un aumento superior a los 25 puntos base que terminaron aplicando.
"No descartamos que en esta decisión ya no haya unanimidad en el voto. Recordemos que las decisiones que ha habido desde la nueva composición de la junta han sido unánimes; pero, podríamos ver con mucha cierta probabilidad de que eso no se repita en esta decisión", dijo Jessica Roldán Peña, directora de análisis económico y estrategias de mercado de Casa de Bolsa Finamex, en entrevista telefónica. "No lo damos por hecho, sino creemos que es una probabilidad positiva y de cierta magnitud, que el subgobernador [Gerardo] Esquivel empiece a votar ya por una disminución de tasas".
El subgobernador Esquivel, quien junto a Jonathan Heath son los miembros de menor tiempo en la junta de gobierno, ha venido votando de manera unánime por no cambiar el nivel de las tasas, pero también ha expresado disidencia en los dos últimos comunicados sobre el tono restrictivo planteado ahí.
"Considero además que el reciente cambio en la postura monetaria de varios países desarrollados, así como la notoria desaceleración de la actividad económica del país, permitían emitir un comunicado con un tono más neutral", dijo el subgobernador Esquivel, en la última minuta de Banco de México. "Me preocupa en particular el hecho de que las expectativas de inflación y las primas por riesgo inflacionario estén aumentando a pesar del comportamiento relativamente favorable de la inflación en 2019. No es del todo improbable que estas expectativas estén siendo afectadas por la propia comunicación del banco central".
Los analistas encuestados prevén que por ahora la política monetaria del país se mantenga sin cambios por la lentitud con que la inflación está convergiendo a la meta de 3% que tiene el banco central como objetivo, pero también por la incertidumbre que todavía se vive en materia comercial tanto aquí como en el extranjero.
"Si bien la lectura de la primera quincena de junio mostró una moderación de la inflación, se regresó a los niveles de 4%, gran parte de esto se debió a temas de menores presiones en los energéticos", dijo Alejandro Saldaña, analista del banco mexicano Ve por más, en entrevista telefónica. "Si te metes al interior del índice subyacente, lo que vimos fue una aceleración generalizada en todos sus componentes y, pues el índice subyacente es el que excluye elementos volátiles, por eso es más relevante para efectos de política monetaria".
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, o Inegi, informó esta semana que la inflación en el país desaceleró hasta alcanzar una tasa interanual de 4%, justo en la parte alta del llamado intervalo de confort del Banco de México, que está entre 2 y 4%.
No obstante, aunque el desempeño del Índice Nacional de Precios al Consumidor quedó por debajo de las expectativas, el componente subyacente de éste --o aquella medida que desestima los cambios en productos muy volátiles, como alimentos o energéticos-- volvió a mostrar resistencia a desacelerar, al menos a la misma velocidad que el índice general.
De ahí que algunos analistas prevén que, mientras el desempeño del componente subyacente no dé señales de mayor desaceleración, es difícil que haya un ciclo bajista de tasas locales, incluso si la reserva Federal (Fed) de Estados Unidos opta por iniciar un ciclo bajista por primera vez en una década.
"Nosotros estimamos que sería hasta el próximo año que pudiera haber recortes en las tasas", agregó Saldaña, el economista de Ve por Más, en la entrevista.
Otros, sin embargo, creen que el escenario puede acomodarse de tal forma que el Instituto Central mexicano encuentre espacio para cambiar la orientación de la política monetaria, algo que podría terminar por beneficiar también una economía que está atravesando un momento difícil en esta primera mitad del año.
"El sesgo más acomodaticio de bancos alrededor del mundo, en particular de economías avanzadas, es lo que podría eventualmente a Banxico a ser menos hawkish", escribieron Juan Carlos Alderete y Francisco Flores, analistas de la institución financiera Banorte Ixe. "Ante la información reciente ahora esperamos un recorte del rango para la tasa de referencia de 25 puntos base el 31 de julio".
En la jerga económica se denomina como hawkish a una actitud donde los banqueros centrales están más pendientes de la evolución de la inflación y, por lo tanto, los hace más proclives a preferir tasas de interés más altas.