Investing.com -- La lectura principal del indicador de inflación preferido de la Reserva Federal se aceleró menos de lo esperado mensualmente en agosto, mientras que la métrica subyacente se desaceleró inesperadamente en comparación con julio, en una señal de enfriamiento potencial de las subidas de precios en EE.UU. que podría dar al banco central menos margen para subir las tasas de interés de nuevo este año.
Según los datos de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, el último gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) se aceleró hasta el 0.4% desde el 0.2% de julio en términos mensuales, justo por debajo de las estimaciones de los economistas de un aumento del 0.5%. En términos interanuales, subió al 3.5% desde el 3.4% revisado al alza, en línea con las previsiones.
El ritmo del llamado índice "subyacente", que excluye elementos como los alimentos y la energía, descendió al 0.1% intermensual, sorprendiendo las previsiones de que la cifra se mantendría sin cambios en el 0.2%. Anualmente, se desaceleró al 3.9% desde un nivel revisado al alza del 4.3%, cumpliendo las expectativas.
La semana pasada, los funcionarios de la Reserva Federal mantuvieron las tasas entre el 5.25% y el 5.50%, pero señalaron que podrían ser necesarias nuevas subidas en sus reuniones de noviembre o diciembre para ayudar a enfriar la inflación. También indicaron que la política monetaria podría tener que mantenerse en estos niveles elevados durante más tiempo del previsto, una perspectiva que ha pesado sobre las acciones y ha disparado los rendimientos de los bonos esta semana.
La publicación de un PCE más débil de lo esperado ha alimentado las esperanzas de que la Reserva Federal decida en última instancia pausar cualquier endurecimiento por el momento, apoyando a los futuros de los índices bursátiles estadounidenses el viernes de cara al último día de operación de septiembre.
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