SANTIAGO, 19 dic (Reuters) - Diez aeropuertos de Chile permanecían cerrados el sábado luego de que los trabajadores de la Dirección de Aeronáutica Civil (DGAC) y las autoridades no consiguieran llegar a un acuerdo para deponer la medida de fuerza, mientras que acerca la temporada álgida de viajes por fin de año.
La aerolínea chilena LAN, que hace parte del grupo LATAM Airlines LAN.SN , ya se ha visto forzada a cancelar 200 vuelos domésticos después de tres días de paralización, dijo la compañía. Miles de pasajeros han quedado varados cuando apenas faltan unos días para la Navidad, en una huelga que inicialmente debía durar solo 48 horas.
"LAN informa a sus pasajeros que de prolongarse el paro de funcionarios aeronáuticos de Chile durante los próximos días, la compañía se verá en la obligación de continuar sin operaciones en 10 aeropuertos del país, volando parcialmente en el resto de los terminales aéreos del país", sostuvo la empresa en un comunicado.
Los trabajadores en huelga y funcionarios del Gobierno no realizaron negociaciones el sábado y se estaban preparando planes de contingencia en caso de que la situación se extienda hasta el domingo, dijo a Reuters el Ministerio de Defensa.
"A lo mucho unas llamadas telefónicas, pero no se han sentado a la mesa a negociar (...) El paro es indefinido, va a ser hasta que se llegue a una solución", dijo un portavoz del ministerio.
Aún se estaban llevando a cabo vuelos desde y hacia las ciudades de Iquique, Antofagasta (L:ANTO), Calama, la capital Santiago, Temuco y Punta Arenas.
La fuerza aérea de Chile dijo que enviaría aviones hacia Isla de Pascua con suministros de alimentos y otras provisiones, y sostuvo que crearía un "puente aéreo" entre Puerto Montt y la ciudad sureña de Balmaceda.
"Queremos señalar que las puertas del diálogo siguen abiertas. Nosotros no hemos cerrado ninguna puerta, les hemos dicho que seguimos absolutamente dispuestos a resolver aquellas cosas que sean posibles", dijo el ministro de Defensa, José Antonio Gómez, en un comunicado.
En septiembre, una paralización de 24 horas dejó varados a miles de pasajeros y generó largas filas en los aeropuertos, después de que la mayoría de los trabajadores afiliados a la DGAC dejaran sus puestos en demanda de mejores beneficios y condiciones laborales.
Tras dos meses de negociaciones, los trabajadores de la DGAC, que incluye a los controladores aéreos, rechazaban una propuesta del Gobierno en torno a un subsidio estatal para mejorar sus pensiones. (Reporte de Anthony Esposito. Editado en español por Marion Giraldo)