Investing.com – El anuncio del presidente Mauricio Macri de que el Gobierno argentino negocia una línea de apoyo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) supone para muchos evocar una maltrecha relación que se agravó con la crisis de 2001, debido a las duras exigencias impuestas por el organismo para cobrar sus préstamos.
La mayoría de los analistas descarta, en cualquier caso, que la situación sea la misma a 2001. Algunos valoran que el anuncio de Macri ha puesto un marco de certidumbre sobre cómo se va a financiar Argentina en los próximos años y creen que las condiciones del FMI estarán lejos de los requerimientos de años atrás.
El Gobierno argentino busca con esta ayuda –cuya cuantía se estima que ronda los 30.000 millones de dólares-- afrontar el desplome del peso, que comenzó el año en 18,65 unidades por dólar y este martes marcó un mínimo histórico en 23,1, antes de la comparecencia de Macri.
La caída de la divisa se atribuye principalmente a la subida de los tipos de interés en Estados Unidos, que ha abierto la vía a la salida de grandes capitales de los mercados emergentes.
La bolsa argentina bajó el martes por quinta sesión consecutiva, con un desplome del 4,5%. Los inversores españoles, por su parte, también siguen de cerca los acontecimientos en torno a esta crisis, ya que algunos de los grandes valores del Ibex 35 –como Telefónica (MX:TEFN), Santander (MC:SAN), BBVA (MC:BBVA) o Gas Natural-- tienen una gran exposición al país latinoamericano.