La gobernadora de la Reserva Federal, Michelle Bowman, ha mantenido su postura contraria a recortar el tipo de interés del banco central hasta que haya una señal más clara de que la inflación sigue una tendencia a la baja. En su discurso ante la Convención Anual 2024 de la Asociación de Banqueros de Idaho, Nevada, Oregón y Washington, celebrada en Stevenson (Washington), Bowman afirmó que la actual política de tipos de interés de la Reserva Federal es "restrictiva", diseñada para ayudar a aliviar las presiones inflacionistas sin necesidad de una reducción inmediata.
Bowman subrayó que el banco central podría considerar la posibilidad de bajar el tipo de los fondos federales de forma gradual una vez que los datos muestren de forma consistente que la inflación se acerca al objetivo del 2% fijado por la Fed. Sin embargo, señaló que aún no ha llegado el momento de reducir los tipos, y destacó los riesgos actuales que podrían empujar la inflación al alza. También se mostró dispuesta a aumentar el rango objetivo del tipo de los fondos federales en caso de que la inflación se estanque o retroceda.
Los comentarios de la gobernadora se hacen eco de sus anteriores declaraciones sobre las perspectivas económicas y políticas. La Reserva Federal sigue muy de cerca los indicadores de inflación, con el objetivo de volver al objetivo del 2%. Aunque se ha previsto un recorte de los tipos de interés de un cuarto de punto porcentual para finales de año, y muchos participantes en el mercado anticipan que podría producirse en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de septiembre, Bowman indicó recientemente que no prevé un recorte este año y que sólo ve posibilidades de flexibilización en el siguiente.
Bowman también señaló que la economía estadounidense sigue siendo robusta este año, aunque con un ritmo de actividad moderado, y destacó los retos que plantea una relajación de las condiciones financieras. Advirtió de los riesgos asociados a las recientes revalorizaciones de la renta variable y a los estímulos fiscales adicionales, que podrían alimentar la demanda y reavivar potencialmente la inflación.
En su discurso, abordó además la cuestión de la disminución del número de bancos estadounidenses y la falta de creación de nuevos bancos, expresando su preocupación por las implicaciones a largo plazo para la disponibilidad de crédito, los servicios financieros en mercados desatendidos y el posible desplazamiento de las actividades bancarias fuera del sistema bancario tradicional.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.