Las empresas británicas se enfrentan a un descenso de la confianza debido al aumento de la presión fiscal y a la incertidumbre sobre futuras inversiones. El Instituto de Censores Jurados de Cuentas de Inglaterra y Gales (ICAEW) informó de una caída en su Monitor trimestral de Confianza Empresarial hasta el 14,4 en el tercer trimestre, lo que supone el primer descenso en un año, desde el 16,7 del trimestre anterior.
El director general del ICAEW destacó que la presión fiscal es un problema importante para las empresas, que les hace dudar a la hora de invertir. Este sentimiento se refleja en el hecho de que el 29% de las empresas identificaron las presiones fiscales como un reto creciente, el nivel conjunto más alto desde el inicio de la encuesta en 2004 y muy por encima de la media histórica del 16%.
La ministra de Hacienda, Rachel Reeves, ha indicado que los impuestos podrían aumentar en el próximo presupuesto del 30 de octubre, al revelar un desfase de 22.000 millones de libras en las finanzas públicas del año en curso, herencia del anterior gobierno conservador. A pesar de que el Gobierno ha asegurado que no habrá aumentos en los tipos del impuesto sobre la renta, el impuesto de sociedades, el impuesto sobre el valor añadido y la Seguridad Social, persiste la preocupación por posibles subidas en otros ámbitos, como el impuesto sobre las plusvalías.
Las intenciones de inversión de las empresas también han registrado un ligero retroceso, y prevén un aumento del 1,9% de la inversión para el próximo año, lo que supone un descenso respecto al 2,1% previsto anteriormente.
En medio de estas preocupaciones, el Primer Ministro Keir Starmer tiene previsto celebrar el 14 de octubre una cumbre internacional sobre inversión, en la que tratará de atraer inversión extranjera directa para impulsar el crecimiento económico, que ha sido uno de sus principales objetivos desde que asumió el cargo en julio.
Vallance insta al Canciller a que ofrezca a las empresas la certidumbre y estabilidad que necesitan mientras el país se prepara para la cumbre de inversión y el próximo presupuesto. Sugiere que las reformas del IVA y de los tipos empresariales, junto con la inversión pública y privada, podrían ser decisivas para lograr esta estabilidad.
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Reuters ha contribuido a este artículo.
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