El Gobierno de Estados Unidos ha indicado que ajustará su política de sanciones a Venezuela en función de los acontecimientos en torno a las próximas elecciones de alto riesgo en la nación de la OPEP. Funcionarios estadounidenses se han declarado dispuestos a "calibrar" estas medidas en respuesta al desarrollo de los comicios, especialmente si el presidente Nicolás Maduro garantiza un proceso de votación justo.
Mientras Venezuela se prepara para las elecciones, en las que Maduro busca su tercer mandato, Estados Unidos ha transmitido un mensaje claro: si Maduro reclama la victoria sin pruebas creíbles de una elección justa, la legitimidad del resultado será cuestionada por la comunidad internacional. Las elecciones se siguen de cerca debido a la preocupación por posibles prácticas desleales, como las detenciones de personal de campaña de la oposición y decisiones de las autoridades electorales que han levantado sospechas entre la oposición y algunos observadores independientes.
Los funcionarios estadounidenses, que informaron a los periodistas el viernes, hicieron hincapié en su estrecha observación de los últimos preparativos de las elecciones y mencionaron los ajustes previos de las sanciones impuestas a la crucial industria petrolera venezolana. Estos ajustes fueron una respuesta al incumplimiento por parte del gobierno venezolano de un acuerdo que garantizaría una votación democrática inclusiva. Los funcionarios han advertido a los militares venezolanos, partidarios de Maduro desde hace tiempo, que no influyan en el resultado de las elecciones.
Aunque Estados Unidos no ha predeterminado el resultado de las elecciones, los funcionarios han expresado su preocupación por la represión política y han instado a las autoridades venezolanas a permitir la presencia de más observadores internacionales en los comicios. Destacaron la importancia de la presencia de los ex presidentes de la región, a quienes se les prohibió viajar a Venezuela, para garantizar que las elecciones reflejen la voluntad del pueblo venezolano.
Edmundo González, el principal contrincante de Maduro, es un antiguo diplomático con un enfoque tranquilo y ha prometido que su elección podría animar a los emigrantes venezolanos a regresar a su país. Maduro, por otra parte, se ha enfrentado a críticas significativas por supervisar un colapso económico y problemas en las relaciones diplomáticas, lo que ha dado lugar a fuertes sanciones que han afectado aún más a la industria petrolera en dificultades.
La situación en Venezuela es particularmente relevante para Estados Unidos, ya que los analistas han sugerido que una reelección de Maduro o la agitación postelectoral podrían provocar un aumento de la migración venezolana a la frontera entre Estados Unidos y México. Este es un tema crítico en la campaña presidencial de Estados Unidos, con posibles implicaciones para la vicepresidenta Kamala Harris, quien es vista como la probable candidata demócrata tras la decisión del presidente Joe Biden de no buscar la reelección.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.