El Banco de Inglaterra ha mantenido hoy sus tipos de interés en el 5,25%, su nivel más alto en 16 años, ante las persistentes presiones inflacionistas subyacentes que plantean retos al Primer Ministro Rishi Sunak de cara a las próximas elecciones británicas del 4 de julio. A pesar de que las declaraciones previas del Gobernador Andrew Bailey a principios de mayo sugerían la posibilidad de un recorte de tipos en junio, los últimos datos económicos han llevado a una postura más cauta.
La inflación en el Reino Unido alcanzó en mayo el objetivo del 2% fijado por el Banco por primera vez en casi tres años, un logro más rápido que el observado en Estados Unidos o la zona euro. Sin embargo, la inflación de los precios de los servicios no ha disminuido tanto como se preveía, y el crecimiento de los salarios del sector privado sigue siendo elevado, casi el doble de la tasa que el Banco considera compatible con una inflación del 2%.
Las previsiones del mes pasado del banco central sugerían que la inflación podría subir hasta aproximadamente el 2,6% a finales de año, influida por la disminución del impacto de las recientes reducciones de las facturas reguladas de energía de los hogares. Los economistas encuestados la semana pasada no esperaban un recorte de tipos este mes, siendo la próxima declaración de política monetaria del 1 de agosto el momento más probable para que comience cualquier posible relajación.
Se espera que la decisión del Comité de Política Monetaria refleje la división de votos 7-2 de mayo, con el vicegobernador Dave Ramsden y el miembro del Comité Swati Dhingra votando previamente a favor de una reducción de tipos.
La tasa de desempleo del Reino Unido se sitúa en el 4,4%, su nivel más alto en dos años y medio, pero el país ha experimentado un crecimiento económico razonable este año en comparación con sus niveles recientes. Los mercados financieros se muestran escépticos ante la posibilidad de una bajada de tipos en agosto, con una probabilidad de sólo el 30%, siendo más probable que se produzca en septiembre y que se retrase hasta noviembre, de acuerdo con las expectativas de la Reserva Federal.
Cualquier posible recorte de los tipos parece llegar demasiado tarde para influir en las actuales elecciones, en las que el Partido Conservador de Sunak se encuentra significativamente por detrás del Partido Laborista en las encuestas preelectorales. Mientras que Sunak ha destacado la reducción de la tasa de inflación desde el inicio de su mandato en octubre de 2022, cuando la inflación se situaba en un máximo de 41 años del 11,1%, los laboristas atribuyen los elevados tipos hipotecarios a la mala gestión económica de la anterior líder de los conservadores, Liz Truss.
En el periodo previo a las elecciones, el Banco de Inglaterra ha entrado en un periodo de silencio, absteniéndose de hacer comentarios públicos. El economista jefe Huw Pill había advertido previamente contra una excesiva atención a un recorte inmediato de los tipos, y tanto él como el vicegobernador Ben Broadbent, que dejará el cargo a finales de junio, reconocieron que era plausible una reducción de los tipos durante el verano.
El Banco de Inglaterra inició sus subidas de tipos en diciembre de 2021, adelantándose a otros grandes bancos centrales, y los tipos alcanzaron su máximo actual en agosto de 2023.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.