El Banco de Japón se dispone a mantener sus tipos de interés ultrabajos durante la reunión de esta semana, al tiempo que contempla una orientación más clara sobre cómo reducirá su importante balance. El programa de estímulo monetario masivo del banco central está siendo revisado, ya que los funcionarios debaten la posibilidad de reducir las compras de bonos.
La confianza de los consumidores ha disminuido en mayo por segundo mes consecutivo, y la moral del sector servicios ha caído a un mínimo no visto en casi dos años. Esta evolución pone en entredicho las expectativas del Banco de Japón de que el aumento de los salarios apoye el gasto de los hogares. Fuentes familiarizadas con las consideraciones del Banco de Japón han expresado su preocupación por el impacto de la debilidad del yen en la confianza de los consumidores.
Se prevé que el objetivo del BOJ en materia de tipos de interés se mantenga entre el 0-0,1% tras la reunión que concluye el viernes. El banco central podría reducir sus compras de bonos, que en la actualidad ascienden a unos 6 billones de yenes (38.000 millones de dólares) mensuales, o dar pistas sobre su estrategia de reducción gradual para hacer frente a las preocupaciones del mercado. Las reacciones del mercado a la reunión de la Reserva Federal de EE.UU. que finaliza el miércoles, así como la evolución del yen y de los rendimientos de los bonos, influirán probablemente en los detalles de la reducción y en el calendario.
A pesar de poner fin a los tipos de interés negativos en marzo, el Banco de Japón no ha conseguido frenar la caída del yen, que continúa debido a la importante diferencia de tipos de interés con Estados Unidos. Un yen más débil ha incrementado el coste de las importaciones, afectando al consumo. Un nuevo descenso del yen podría acelerar la inflación y provocar subidas de los tipos de interés, pero también podría frenar el consumo si los aumentos salariales no compensan el aumento de los costes.
Algunos analistas han especulado con la posibilidad de que el Banco de Japón recurra al endurecimiento cuantitativo (QT) para mitigar la depreciación del yen, permitiendo que aumenten los tipos de interés a largo plazo. Sin embargo, este planteamiento no cuenta con el apoyo del banco central.
En medio de estos desafíos, algunos miembros del consejo del BOJ han expresado su preocupación por las perspectivas económicas. El miembro del consejo Seiji Adachi reconoció la dificultad de afirmar que la economía está en buena forma, y Toyoaki Nakamura señaló el reciente estancamiento del consumo. Nakamura también sugirió que si el consumo flaquea, puede impedir que la inflación alcance el objetivo del 2% a partir del año fiscal 2025, lo que podría disuadir a las empresas de subir los precios.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.