En julio, el Índice de Precios de Producción (IPP) de la demanda final de Estados Unidos registró un modesto aumento del 0,1%, lo que sugiere una continua moderación de las presiones inflacionistas. Esta subida fue inferior al 0,2% que habían previsto los economistas y se produce tras un aumento similar del 0,2% en junio, según los datos publicados el martes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.
El IPP, que mide la variación media en el tiempo de los precios de venta que reciben los productores nacionales por su producción, subió menos de lo previsto debido a una combinación de mayores costes de los bienes y menores precios de los servicios. En los últimos 12 meses, el IPP ha subido un 2,2%, lo que supone una desaceleración respecto al aumento del 2,7% registrado hasta junio.
Estos últimos datos de inflación llegan en un contexto en el que los mercados financieros esperan que la Reserva Federal comience a reducir los tipos de interés ya en septiembre. La especulación sobre un posible recorte de los tipos de hasta 50 puntos básicos se ha visto alimentada por la combinación de la ralentización de la inflación y el enfriamiento del mercado laboral. La tasa de desempleo, que en julio alcanzó un máximo de casi tres años (4,3%), ha suscitado preocupación por la debilidad del mercado laboral.
La Reserva Federal ha mantenido su tipo de interés de referencia a un día entre el 5,25% y el 5,50% durante el último año. Esto sigue a una serie de subidas de tipos por un total de 525 puntos básicos a lo largo de 2022 y 2023. Las acciones del banco central han sido seguidas de cerca por inversores y economistas por igual, ya que equilibran los esfuerzos para controlar la inflación con los riesgos de desencadenar una recesión.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.