Tras las últimas elecciones francesas, el euro experimentó un ligero retroceso, ya que los inversores se enfrentaban a la perspectiva de un Parlamento indeciso, que podría desembocar en un bloqueo legislativo. La divisa cayó a 1,0819 dólares, marcando una caída del 0,2% en el comercio asiático, mientras que los futuros de bonos franceses a largo plazo también experimentaron un descenso, perdiendo 20 ticks para implicar un rendimiento del 3,13%.
Los analistas del mercado habían anticipado una posible victoria de la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen en la segunda vuelta de los comicios, pero el partido quedó finalmente en tercer lugar. A pesar de ello, persiste la preocupación por el posible impacto de las propuestas de la izquierda en las políticas favorables al mercado del presidente Emmanuel Macron y la gestión de la deuda de Francia, que se situó en el 110,6% del PIB en 2023.
Los mercados financieros franceses, incluida la negociación al contado de bonos y acciones, abrirán el lunes en Europa, y se esperan movimientos modestos en los mercados financieros más amplios. Los resultados electorales han dividido la asamblea francesa de 577 escaños en tres grandes grupos con plataformas divergentes: la izquierda, los centristas y la extrema derecha, ninguno de los cuales tiene tradición de colaboración.
Las agencias de sondeos pronosticaban que la izquierda obtendría entre 184 y 198 escaños, la alianza centrista de Macron entre 160 y 169 escaños, y el RN y sus aliados entre 135 y 143 escaños. Los resultados completos de las circunscripciones se esperan para principios del lunes.
Los mercados experimentaron una caída cuando Macron convocó inesperadamente elecciones parlamentarias en junio, tras la derrota de RN en las elecciones al Parlamento Europeo. Las acciones francesas, en particular las de los bancos, sufrieron al preocuparse los inversores por las tenencias de deuda pública, las nuevas regulaciones y la incertidumbre económica.
Aunque el riesgo de un primer ministro de extrema derecha ha disminuido, las costosas propuestas de la izquierda, como los aumentos salariales de los funcionarios y el aumento de las ayudas a la vivienda, podrían tensar las finanzas públicas y alterar la relación de Francia con Europa.
Los inversores han visto cómo la prima de riesgo de la deuda del país alcanzaba su punto más alto desde la crisis de la zona euro en 2012 y, a pesar de cierta recuperación, se espera que continúe un periodo volátil.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.