En un reciente informe, el gasto de los hogares japoneses en mayo disminuyó más de lo previsto, lo que indica una continua presión sobre el poder adquisitivo de los consumidores debido al aumento de los precios. El gasto cayó un 1,8% en comparación con el mismo mes del año anterior, superando con creces las expectativas del mercado de un modesto aumento del 0,1%.
Los datos, que reflejan una base intermensual, también mostraron un descenso del gasto del 0,3%, en contra de las previsiones de un aumento del 0,5%. Este descenso del gasto de los consumidores supone un reto para los responsables políticos japoneses, centrados en lograr un crecimiento económico respaldado por unos salarios y una inflación estables, una combinación necesaria para la normalización de la política monetaria.
Las decepcionantes cifras llegan tras un informe anterior de esta semana que revelaba que la economía japonesa se contrajo más de lo estimado inicialmente en el primer trimestre. Sin embargo, los economistas prevén una recuperación del PIB para el trimestre en curso, impulsada por la subida de los salarios y el aumento de los gastos de capital, que se espera impulsen la demanda interna.
En apoyo de estas optimistas perspectivas, una encuesta realizada por el mayor grupo sindical de Japón indica que los salarios mensuales de los trabajadores aumentarán una media del 5,10% este año fiscal, lo que supone el incremento más significativo de los últimos 30 años. Los interesados en consultar los datos detallados pueden hacerlo en el sitio web del Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.