Los inversores siguen de cerca la caída de los precios del petróleo y las materias primas a la espera de la publicación de las cifras de inflación de los precios al consumo en Estados Unidos el miércoles 11 de septiembre de 2024. El dato es el último indicador económico importante antes de la decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés, prevista para la semana siguiente.
La caída de los precios podría indicar un giro hacia la desinflación, lo que podría llevar a la Reserva Federal a considerar un recorte de los tipos de interés más significativo de lo previsto. Esto podría traducirse en un descenso de los rendimientos de los bonos del Tesoro y en un debilitamiento del dólar, lo que podría beneficiar a los activos asiáticos y de los mercados emergentes.
Sin embargo, las implicaciones de la caída de los precios son dobles. Si bien podrían indicar un entorno favorable a la inversión, también podrían reflejar una disminución de la demanda y la actividad económica mundiales, lo que haría que los inversores dudaran a la hora de participar en mercados de mayor riesgo.
La situación se complica por los recientes datos económicos de China. Los informes del martes 10 de septiembre de 2024 revelaron que el crecimiento interanual de las importaciones de China en agosto fue de apenas un 0,5%, lo que eclipsó la noticia más positiva de que el crecimiento de las exportaciones alcanzó su nivel más alto en 18 meses.
Los precios del crudo Brent cayeron un 3,7% y los futuros estadounidenses un 4,3% el martes, alcanzando su cierre diario más bajo desde diciembre de 2021. Ambos han registrado un descenso de más del 25% en comparación con el mismo periodo del año pasado, y los precios de la gasolina estadounidense son ahora un 30% más bajos que un año antes.
Estas tendencias están acelerando las presiones desinflacionistas que podrían reducir las tasas de inflación en el próximo año. Se especula sobre la posibilidad de que la inflación caiga pronto por debajo del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal. La Fed, que en junio había elevado sus previsiones de inflación media para 2023 y 2024 al 2,8% y el 2,3%, podría tener que ajustar estas cifras a la baja a la luz de los últimos acontecimientos.
Se espera que los mercados asiáticos respondan el jueves a los datos de inflación de EE.UU., mientras que la jornada del miércoles se presenta relativamente tranquila y optimista.
Esto sigue una tendencia positiva en el mercado bursátil estadounidense, donde tanto el S&P 500 como el Nasdaq han subido durante dos días consecutivos, una pauta que no se veía desde mediados de agosto.
La agenda económica asiática para el miércoles es escasa, con un discurso de la gobernadora adjunta del Banco de la Reserva de Australia, Sarah Hunter, como uno de los pocos acontecimientos destacables. La próxima reunión de política monetaria del Banco de la Reserva de Australia está prevista para los días 23 y 24 de septiembre de 2024, y los mercados no han descontado totalmente un recorte de tipos de un cuarto de punto para este año, lo que refleja la postura prudente de los funcionarios del Banco de la Reserva de Australia.
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