SANTIAGO, 3 mar (Reuters) - El Gobierno chileno ingresó la noche del miércoles al Congreso nuevos ajustes a un controvertido proyecto de reforma laboral, aunque los cambios no concitarían el apoyo de todo el oficialismo, por lo que podría extenderse su discusión en el poder legislativo.
Los cambios vinculados a la negociación interempresas y las denominadas "adecuaciones necesarias" en caso de huelga se enmarcan dentro de los ajustes que impulsa el Gobierno para acelerar su tramitación, en momentos de resiliencia del mercado laboral a una debilitada actividad económica.
"No hemos innovado en materia de extención de beneficios, creemos que hay que fortalecer a los sindicatos y que tenemos que fortalecer el diálogo, por lo tanto extensión por acuerdo, extensión por afiliación, son temas que se mantienen", dijo la minista del Trabajo, Ximena Rincón.
En un guiño hacia el empresariado, se restituyó el derecho de una empresa a cambiar de subcontratista si la entidad con que trabaja se va a huelga, luego de que en las últimas dos décadas la tercerización ha crecido con fuerza en Chile.
Como contrapartida, la reforma propone a sindicatos de diferentes contratistas unir fuerzas y reduciría las barreras a la creación de gremios en pequeñas empresas.
También mantiene que la negociación colectiva sea obligatoria siempre y cuando se promueva entre empresas de similar tamaño y del mismo rubro.
La modificación legal además permitirá garantizar el funcionamiento de unidades productivas de una empresa pero limita el reemplazo interno de trabajadores, como exigían agrupaciones sindicales.
Pese a los cambios realizados por el Gobierno, los ajustes no encontraron todo el respaldo entre los senadores del oficialismo.
"Todavía mantengo mis diferencias (en algunas indicaciones)", dijo el senador Andrés Zaldívar de la Democracia Cristiana, tras participar en negociaciones de última hora con el Gobierno. (Reporte de Antonio De la Jara. Editado por Rodrigo Charme)