Investing.com.- Muchos meses ha batallado Tsipras contra sus socios europeos. Ahora, una vez éstos parecen en calma, después de que el líder heleno aceptara un nuevo acuerdo de duras condiciones, le toca hacer lo propio en su país, que no han visto con buenos ojos que aceptara las presiones de Europa.
Las críticas no han dejado de sucederse desde ayer, día en el que se anunció que se había alcanzado el acuerdo. Así que le espera una dura semana a Tsipras, pues en pocos días debería conseguir que el Parlamento heleno respaldara su actuación, algo que no parece que vaya a suceder. El ala más izquierdista ya ha amenazado con no hacerlo, y algunos de sus ministros se han mostrado también contrarios. Una situación que pone en peligro la continuidad de Syriza tal y como la conocemos, y que obligará a Tsipras a realizar cambios en el gobierno.
La situación en las calles no es mucho mejor. La traición que muchos creen ver en este movimiento de 180 grados ha provocado manifestaciones y la convocatoria de dos huelgas para mañana, una de farmacéuticos y otra de funcionarios. Los bancos, para continuar con la tragedia, seguirán cerrados todavía dos días más.