NUEVA YORK, 26 feb (IFR) - Una eventual colocación de bonos de Argentina por hasta 15.000 millones de dólares, en lo que sería su primera emisión internacional en más de una década, se acerca cada vez más a medida que las negociaciones con los acreedores "holdouts" del país se aproximan a la línea de llegada.
Argentina podría salir al mercado tan pronto como el próximo mes con el posible levantamiento de una orden judicial conocida como "pari passu" que bloquea pagos de deuda, y la aproximación de un largamente buscado acuerdo con Elliott y Aurelius, dos pesos pesados entre los fondos de cobertura.
El ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay dijo esta semana que Argentina emitirá 15.000 millones de dólares en títulos para pagar a los holdouts una vez que el Congreso del país derogue dos leyes que impiden al gobierno ofrecer mejores términos de pago.
Anular esas leyes, y pagar a todos los holdouts que acepten una propuesta argentina hasta el 29 de febrero, son las condiciones para levantar la orden judicial que forzó al país a incumplir pagos en 2014. Eso allanaría el camino para el retorno de Argentina a los mercados.
"Prevemos que (la derogación de esas leyes) ocurra en la primera quincena de marzo, y luego, la emisión podría tener lugar después de eso", dijo John Baur, un gerente de cartera de Eaton Vance, una firma administradora de pensiones con sede en Boston.
Este año Latinoamérica solo registró 14.800 millones de dólares en nuevas colocaciones de cinco emisores, por lo que el regreso argentino al mercado internacional de bonos después de 15 años sería un evento mayor.
Una colocación del tamaño esperado para Argentina sería inusual para la región, incluso en el mejor momento, y conseguir una porción de esa operación será vital para los banqueros de inversión que han visto un negocio alicaído recientemente.
EMISIÓN GRANDE
Pero, ¿podrán los mercados absorber una emisión de 15.000 millones de dólares en un solo movimiento?
Si bien algunos tienen ciertas dudas, muchos piensan que las circunstancias excepcionales de Argentina hacen que tal incursión sea posible, incluso a pesar de que por el lado de la demanda se ha perdido el entusiasmo por los mercados emergentes.
"Tenemos un alto grado de confianza en que es factible, asumiendo que el mercado se encuentra estable", dijo un banquero de deuda sindicada a IFR. "Esta (la posible colocación argentina) es una de las pocas historias positivas en los mercados emergentes".
Aún así, la emisión casi con certeza debería realizarse en dólares y euros con varios plazos y también requeriría una amplia búsqueda entre la base de inversores globales.
"Si ellos necesitan los 15.000 millones de dólares inmediatamente, podrían emitir 10.000 millones en dólares y 5.000 millones en euros", dijo Sean Newman, un gerente de cartera en Invesco. "El mercado está allí, pero llevaría a cierta indigestión".
Adicionalmente, una vez que el país tenga acceso al mercado, se prevé que volverá a colocar más deuda en momentos en que intenta cerrar una brecha fiscal grande. Otros emisores argentinos también probablemente seguirán sus pasos.
"Habrá mucha emisión saliendo de Argentina, por eso será un desafío para los inversores digerir todo el suministro" de deuda, dijo Baur de Eaton Vance.
"La contracara es que ellos empiezan desde niveles de deuda muy bajos y hay mucho espacio para que el gobierno expanda la cantidad. Esa es una de las razones por las que yo consideraría" la eventual emisión de bonos.
De hecho, el tamaño de la colocación podría ayudar, pues dará al país un peso significativo en los índices de deuda y forzará a los inversores a sentarse y escuchar.
La operación también podría ser demasiado tentadora como para resistir, especialmente dado que Argentina deberá pagar bien para mantener a los inversores satisfechos y hacer más colocaciones en el futuro.
PRIMA ARRIBA DE BRASIL
Pese a subir su perfil de crédito, Argentina probablemente deberá pagar una prima sobre Brasil, que ahora cayó totalmente en terreno de "bonos basura". Algunos inversores piensan que una colocación de Argentina a 10 años debería tener un interés de 8 por ciento o más.
Los bonos referenciales de Brasil al 2025 rinden un 6,5 por ciento.
"Si se presenta con el 8 por ciento, definitivamente yo miraría la transacción con cuidado", dijo Newman. "Argentina todavía no salió del bosque, la gente se enfocará en la inflación y la reforma fiscal. No se pueden ignorar estas cosas y es por eso que se debe fijar un interés alto", agregó. (reporte de Paul Kilby, editado por Gabriel Burin. LEA)