Japón está a punto de lanzar un nuevo tipo de bono de interés variable diseñado para ayudar a los inversores a gestionar el riesgo de subida de los rendimientos de los bonos, lo que indica que los responsables políticos del país se están preparando para una posible subida de los tipos de interés.
Esta iniciativa forma parte de la estrategia más amplia del gobierno para mantener unas ventas de deuda fluidas mientras el Banco de Japón (BOJ) estudia reducir sus amplias compras de bonos y contempla subir los tipos desde sus actuales niveles cercanos a cero.
Se espera que los nuevos bonos, que tendrán una duración a corto plazo, se introduzcan a partir del año fiscal 2026. Ofrecerán un tipo de interés variable que se ajustará en función de los tipos de mercado, lo que supondrá una salvaguarda para los inversores frente a las posibles pérdidas que podrían derivarse de una subida de los tipos del BOJ. Esta característica resulta especialmente atractiva para los bancos, ya que garantiza que los bonos sigan siendo una opción de inversión viable.
Normalmente, los bonos del Estado, incluidos los de Japón, tienen tipos fijos que se correlacionan con el tipo al contado en el momento de la emisión. Sin embargo, debido a la prolongada política monetaria ultra laxa del Banco de Japón, los rendimientos del stock actual de bonos japoneses son excepcionalmente bajos.
El Ministerio de Finanzas, encargado de gestionar la política de deuda de Japón, aún no ha comentado los detalles. El gobierno tiene previsto ultimar detalles como el vencimiento de los bonos, la cantidad que se recaudará con la emisión y la frecuencia de los ajustes de tipos tras consultar con los inversores privados.
Históricamente, Japón ha emitido bonos de interés variable con vencimientos a 15 años, pero esta es la primera vez que ofrecerá este tipo de bonos con duraciones más cortas, que son más sensibles a los cambios en la política del banco central.
En marzo, el gobernador Kazuo Ueda puso fin a los tipos de interés negativos y a otras medidas de política monetaria expansiva, lo que supuso un cambio significativo respecto a la política ultra laxa que había mantenido durante una década.
El gobernador Ueda ha insinuado la posibilidad de nuevas subidas de los tipos a corto plazo, y se espera que el Banco de Japón presente este mes un plan global para reducir su considerable programa de compra de bonos y su balance de casi 5 billones de dólares.
Un aumento de los rendimientos de la deuda pública japonesa elevaría el coste de financiación de la importante deuda pública de Japón, que es la mayor de las principales economías, con el doble del tamaño de su economía.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.