El principal regulador bancario de Australia, la Autoridad Australiana de Regulación Prudencial (APRA), ha anunciado hoy que mantendrá sus estrictos criterios de concesión de préstamos para vivienda. La decisión responde a los elevados niveles de riesgo percibidos en el sistema financiero, en los que influye el incierto entorno económico y de tipos de interés actual.
En la postura de la APRA influyen varios factores, como la inestabilidad geopolítica, el elevado endeudamiento de los hogares y unas tasas de inflación que superan el rango preferido por el banco central. El presidente de la APRA, John Lonsdale, subrayó la importancia de incorporar amortiguadores prudentes en las evaluaciones de la capacidad de servicio de los nuevos prestatarios, dado el potencial de aumento de las presiones sobre el coste de la vida.
En consonancia con su planteamiento prudente, el regulador seguirá aplicando su directriz que exige a los principales prestamistas del país evaluar la capacidad de los nuevos prestatarios para hacer frente al reembolso de los préstamos a un tipo de interés que se sitúe al menos 3 puntos porcentuales por encima del tipo actual del préstamo hipotecario. Esta medida pretende garantizar que los prestatarios estén mejor preparados para cualquier posible subida de los tipos de interés.
Además, el colchón de capital anticíclico se mantendrá en el 1,0% de los activos ponderados por riesgo. Este colchón sirve como colchón de capital adicional diseñado para fortificar a los bancos frente a periodos de tensión financiera.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.